Sigue la anemia ofensiva para los Charros de Jalisco en la Serie del Caribe. El representativo mexicano volvió a caer en su segundo encuentro del clásico caribeño frente a los Leñadores de Las Tunas, de Cuba, por pizarra de 3 a 1.
Falta de continuidad ofensiva, nulidad en cajones clave del lineup, y mucha dispersión en los esfuerzos han sido factores que explican las dos derrotas.
1.Solo 4 corredores hasta segunda o mas allá
En el encuentro ante los Leñadores de Las Tunas, representativo cubano, solo 4 corredores mexicanos pudieron pisar la segunda base o más allá. De ellos, solo uno anotó.
El primer corredor mexicano que alcanzó la segunda base fue Amadeo Zazueta en el mismo primer episodio. Pero fue hasta el octavo inning que México pudo poner otro corredor en esa almohadilla.
Amadeo Zazueta fue el único que pudo ir más allá de la intermedia y eso ocurrió hasta la parte baja del noveno episodio. Pegó sencillo, y avanzó a tercera en otro sencillo de Japhet Amador. Posteriormente anotó en un sencillo más de Cacao Valdez.
Es decir, que del segundo al sexto inning, la ofensiva de los Charros fue totalmente inoperante.
En total, en los dos partidos que van de la Serie del Caribe, el equipo mexicano solo ha podido poner 7 corredores en la segunda base o más allá, y de ellos, solo 2 han podido llegar al pentágono. Alarmante.
2. La dispersión de los sencillos
Ante los cubanos, Charros conectó 7 imparables, todos sencillos, y además, dispersos. Esa dispersión ha sido precisamente el principal factor para la nulidad ofensiva del representativo mexicano.
Fue hasta el noveno inning del segundo partido que la ofensiva de los Charros pudo conectar por lo menos dos imparables en un mismo inning. Fueron tres sencillos, pero dos de ellos espalda con espalda, de Amador y Cacao Valdez, para remolcar a Zazueta al pentágono. Tuvieron que pasar casi dos partidos completos para poder ligar imparables en un mismo inning.
3. Nulidad en cajones clave del lineup
Hay dos bateadores en cajones clave del lineup que no han podido embasarse en lo que va de la Serie del Caribe: Alonzo Harris y Dariel Álvarez.
Alonzo ha alineado los dos partidos como primero en el orden, y se ha ido en blanco en 8 turnos. No ha negociado ni siquiera una base por bolas.
En un estadio adverso para los grandes batazos, donde se requiere un dinamismo como el de Harris, el estadounidense no ha sido factor.
Y Dariel Álvarez salió como tercero en el orden ante Venezuela y cuarto ante Cuba. Al igual que Harris, Dariel va de 8-0, y sin bases por bolas.
Si tomamos en cuenta que los mejores bateadores de los Charros en Panamá han sido Amadeo Zazueta (.375) , siempre alineado como segundo; y Gabriel Gutiérrez (.500), alineado como octavo y noveno bate, entonces se entenderá cómo están pesando los slumps de Harris y Dariel. Están estrangulando el flujo ofensivo, aislando a los bateadores que sí han podido embasarse.
4. Pitcheo que mantiene al equipo en la pelea
Hasta el momento, el pitcheo de los Charros ha cumplido con nota aprobatoria. Tanto Cuba como Venezuela necesitaron de simples pestañeos del pitcheo mexicano para llevarse sendos triunfos.
En términos generales, salvo uno o dos momentos de excepción, Roberto Vizcarra ha tomado buenas decisiones para sacar a sus lanzadores y elegir relevistas.
Los lanzadores mexicanos han tenido al equipo en la pelea. La gran responsabilidad de las derrotas debe recaer en la ofensiva.
