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Nostalgia

Nada como la hermandad entre peloteros en un Juego de Estrellas

Ronnie Camacho

Uno de los Juegos de Estrellas más emocionantes que jugamos contra los Extranjeros, fue el celebrado en el Parque Tecnológico de Guadalajara el 27 de julio de 1964 ante un lleno impresionante.

Ya el lobby del Hotel Morales, donde fuimos hospedados, había un servicio de primera; los empleados, no me lo van a creer, eran beisbolistas apasionados. Cuando llegamos al lugar veníamos del aeropuerto; éramos un paquete grande de jugadores entre los del México, Águila, Poza Rica y nosotros, los Pericos.

Las bromas previas

En la Ciudad de México, estábamos en la sala de espera para abordar la nave, charlando de los juegos que habíamos celebrado una noche anterior. Le digo a Rene Friol:

-“Oye, ¿te sientes cómodo jugando primera base?

– “¿Y qué quieres que haga? Pilo Gaspar batea .320 y me tiene jugando ahí”, reviró rápido y todos nos reímos.

-“Este año, mi paisano Pilo no cree en nadie; trae muy buen ojo bateador,” le dije. “Oye, Negrón me gusta verte estirarte en una bola picada, no luces tan mal. Dale gracias a Dios que no te han bateado un rolling por un lado y tener que tirar a segunda en una jugada de doble play”.

-“Sí, monina, no creas que no he pensado en ello; cuando viene a batear un zurdo, me encomiendo a la Caridad del Cobre y mas con corredor en primera”, me dijo en buena actitud.

Tony Castaño estaba escuchando la conversación.

-“Siempre has sido ‘gago’ desde que te conozco. En lo personal, te digo que ojalá Pilo Gaspar siga bateando como lo está haciendo, para que nos ayudes a ganar como anoche, cuando soltaste una bola picada, anotamos dos y les ganamos”, le dijo Castaño.

-“Me sentí mal con Osorio; tan bien que estaba lanzando, pero bueno, me imagino que hoy me vas a poner detrás de home”, la respondió Friol.

El viejo le sonrió y le contestó.

-“Claro que serás mi cátcher hoy; acuérdate que Pilo es mexicano”, le respondió con agudo sentido del humor.

Soltamos la carcajada los que estábamos en torno a ellos. Eran los Juegos de Estrellas en que jugábamos extranjeros contra mexicanos.

Llegó Tomas Herrera, quien venía con Arano, Ortiz y Aarón Flores.

– “Hey Tommy, ¿qué pasa? Estoy leyendo aquí en el periódico de la bronca de anoche con Armando Rodriguez. ¿Qué fue eso chico?”, le preguntamos.

– “Pues que me pasé de tueste con él y me expulsó; nos dijimos de todo y tuve que disculparme en su vestidor. Y aceptó mis disculpas”, respondió.

-“Pero de la multa no te salvas,” le dijo el cubano.

– “Y aquí estoy listo”, respondió Tommy.

-“¿Para otra bronca?,” le replicamos con humor. 

-“¡No! Y menos hoy en la noche; ahí va a estar trabajando Armando. Oye Tony, a propósito, ¿a quién tienes en mente para que inicie el juego?”, aprovechó Tommy.

-“A William de Jesús; anoche no tuvo acción. ¿Y por ustedes?”, respondió Castaño.

-“Va Vicente Romo”, respondió Tommy Herrera con una sonrisa malévola.

-“¡Coño, Tommy! ¿No había otro más blandito?”, le respondimos con sorpresa.

– “Me extraña lo que me dices. A como está la liga, no hay lanzadores blanditos. Y van a ir tres innings cada uno; así es que van a estar como un filoso cuchillo”, respondió Tommy con cierto dejo de reflexión. 

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A volar

Se llegó la hora del abordaje a la nave y nos subimos tranquilamente. Al abrocharnos los cinturones y habiendo escuchado las indicaciones de las bellas azafatas de la empresa aérea, el avión empezó a moverse hacia la pista.

Desde alguno de los lujosos asientos se escuchó el grito burlón del boricua Óscar Rodríguez.

– “¡Caballeros, se cerró la tumba!”

Todos nos quedamos sorprendidos por aquella exclamación muy fuera de orden, a lo que Bobby Prescott le contestó.

“Se nota que te andas divorciando cabrón”.

Todos nos carcajeamos al unísono y las empleadas del servicio cambiaron de actitud. En sus rostros se notaba que les habían caído en gracia los detalles de Oscar y Prescott.

-“Señorita, no se preocupe; así son ellos y más cuando están contentos. Tendremos un hermoso vuelo a Guadalajara”, les dijo Tony Castaño.  

-“Ojalá y pudiéramos ir a verlos jugar; nos gusta mucho el beisbol. Lástima que seguiremos trabajando hasta Tijuana y vuelta”, dijo una de las jóvenes sobrecargos.

-“Les daremos dos pelotas firmadas, como recuerdo de  éste grupo de ‘locos’, les prometió Tommy Herrera.  

A continuación, el avión se deslizó en la húmeda pista del Aeropuerto de Guadalajara; estaba lloviznando levemente. Antes de irnos nos despedimos todos de mano de aquellas hermosas azafatas y les agradecimos su espléndido servicio y por su “aguante” de soportarnos una hora de vuelo. 

En el lobby del hotel, nuestro mánager Herrera colocó un letrero enfrente de la administración: “ESTRELLAS MEXICANAS SALEN AL PARQUE A LAS 17 HORAS. NO ESPERARÉ A NADIE”.

El furor en el Tecnológico de Guadalajara

Cuando arribamos, el Parque Tenológico ya mostraba una excelente asistencia; las colas eran largas en las taquillas. Entramos al vestidor y a mi lado se sentó Saul Villegas, y Hector Espino y me dice:

-“Ojalá el Sargento me ponga detrás de ti; así tendré chanza de batear”, me dijo. 

-“No creo; tú eres cuarta vara natural”, le contesté.

“Y tú también”, me respondió tocándome mi barba con  su puño. “Ya tengo ganas de batear, la gente se molesta cuando me dan base intencional”.

De inmediato, el Sargento Herrera se sentó en medio del grupo y dio el lineup.

Remes 6, Ríos 5, Vinicio 4, Espino 9, Ronnie 3, Villegas 7,   Urias 8, Corella 2, Vicente Romo 1. Los pitchers irán 3, 3, 3.

Salimos al terreno y Espino me alcanza: 

-“Otra vez, Ronnie, vas detrás de mí”, me dijo.

-“Esta vez va a ser diferente, ya verás”, le prometí.  

Los Extranjeros ya estaban listos, tomándose fotos y firmando autógrafos y entrarían así:

Scull 8, John Schaive 6, Simpson 3, Hendricks 2, Prescott 7, Óscar 9, Friol 2, Ossie Álvarez 4, William de Jesús 1. 

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Un Juego de Estrellas emocionante

Iniciamos ante una gran expectación; la gente estaba metida con el beisbol y daban grandes entradas.

Romo inició ponchando a Scull, Schaive elevó al centro, Harry Simpson batea una dura línea que golpea a Vicente y cae al suelo; fuimos todos a la loma y se tuvo que salir. Herrera no quiso correr riesgos y se trae al zurdo Alfredo Ortiz, quien realizó una estupenda actuación al no permitir carrera en los innings reglamentados que dijo Herrera.

Lanzaba Winston Brown relevando a de Jesús; en el cuarto inning Vinicio inicia con sencillo, Espino batea otro sencillo y luego yo conecto jonrón a las gradas del central izquierdo.

Con eso, nos fuimos tres carreras arriba; entró Efraín Arano por Ortiz y el Pilo Gaspar por Corella. 

Ya es la sexta entrada, Simpson y Hendricks ligan sencillos y anotan con doblete de Bobby Prescott; entra a relevar Aarón Flores. Con el score 3 a 2 a favor nuestro, Herrera saca al zurdo Flores y trae a Ramón Arano a conservar la victoria, y no aceptó carrera. Dominó a Oscar, a Friol y al emergente Julio Becquer; colgó ceros en séptima y octava, pero se derrumbó en la novena.

A continuación, dominó a Friol, golpeó a Juan Delis, Scull le da un triple y empata; Schaive recibe base, Evelio Hernández batea un rolling lento al cuadro y entra Scull con la carrera de la diferencia. No sacamos a nadie, Óscar Rodríguez dio sencillo  y produce la tercera del inning.

Entró a relevar Arturo Cacheux y dominó la rebelión extranjera. Evelio Hernández releva a Brown y colgó los ceros suficientes para adjudicarse la victoria. 

Luego, en el cierre de la novena salimos de nuestro letargo y amenazamos al estelar Cubano Hernández. Fitch bateó sencillo, Jungla Salinas otro sencillo, Kiko Castro toca la bola avanzando a tercera y segunda. Se despertaba nuevamente la esperanza, pero Vinicio García bateó para doble play ante el desencanto de los miles de fanáticos que toda la noche estuvieron apoyando.

El juego quedó 5 carreras a 3. Ganó Evelio Hernández y perdió Ramon Arano.

Las declaraciones de Tomás Herrera evidenciaban las dudas que siempre llega a tener un mánager a la hora de diagnosticar a un lanzador caballo.

“DUDÉ EN SACAR A RAMÓN, CUANDO GOLPEÓ A DELÍS Y PERDÍ”, TOMMY HERRERA.

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