A Fondo
Víctor Mendoza
Víctor Mendoza
VENCE EL SILENCIO A BATAZOS
El bat que calló la timidez: la historia de ‘La Chule’
Autor: Miguel A. González.
De niño no hablaba por su extrema timidez y ahora Víctor Hugo Mendoza está casi arriba de
una nube gracias al beisbol.
“Era muy tímido, era de los que en la escuela no hablaba y la gente ni me conocía la voz. El
beisbol me lo quitó porque no hay de otra. El desenvolverse y hablar con tus compañeros,
delante de una cámara y se te tiene que quitar a fuerza”, dijo el estelar primera base de los
Sultanes de Monterrey.
Nacido en Ciudad Obregón, Sonora, hace 34 años, el apodado “Chule” es el pelotero mexicano
en activo con más temporadas consecutivas en un mismo club. Mendoza, con 13 campañas
vistiendo los colores de los Sultanes, ya es un regio por adopción.
A sus 6 años, el zurdo tomó un guante y lanzó una pelota de beisbol en la Liga Tomás Oroz
Gaytán, donde fue compañero de Esteban “Pony” Quiroz. Ya no dejó el beisbol. Era lo suyo.
Pero el camino no fue fácil.
“Desde entonces no hemos parado. A mis papás les gusta mucho el beisbol, no hay un juego
(de los Yaquis) que ellos se pierdan. Me acuerdo de chiquito ir a ver jugar a mi papá (no
profesionalmente) y desde ahí empezó ese cariño por el beisbol”, comentó.
Aunque le gustaba ser pelotero, Víctor batallaba para desenvolverse socialmente y, por miedo,
le pasó por la cabeza ya no jugar.
“Hay una anécdota que tengo con mi mamá porque de chiquito siempre fui muy nervioso,
tímido, con miedo, y llegaban los sábados de juego y en esa ocasión era un torneo en
Hermosillo. Yo le decía a mi mamá: ‘no quiero ir a jugar, pero por miedo, no porque no me
gustara’.
“Y me decía: ‘¡cómo no, ya estamos aquí y vamos a ir!’ Casi a fuerza me llevó y pues gracias a
eso porque si mamá me hubiera dado por mi lado, a lo mejor, no estuviera donde estoy ahorita.
Gracias a ella y a mi papá es que estamos aquí”.
En la escuela, Víctor Hugo no era el mejor estudiante. Las altas calificaciones como beisbolista
contrastaban con las que obtenía en el salón de clases.
“Había exámenes en la secundaria en los que sacaba hasta un tres”, expresó.
Sus padres, don Víctor Mendoza Señor y María de Lourdes Archuleta, no estaban contentos en
casa con el desempeño escolar y había que hacer algo por el mayor de sus hijos.
“Era más flojo que nada. Por lo mismo de que (la escuela) no era lo fuerte de uno. Lo mío era
estar en el campo. Me daban mis cintarazos porque antes se usaba eso, pero si uno no lo trae
(el estudio), no lo trae, y yo creo que mi amor es el beisbol y yo quería jugar beisbol siempre y
mis padres siempre estuvieron ahí para apoyarme”, admitió.
Y fue así que “La Chule” marcó su destino sin vuelta atrás: ser pelotero.
En 2005, con 15 años, Mendoza fue a un try out de los Diablos junto con uno de sus mejores
amigos, Alan Espinoza, cátcher que juega actualmente con Olmecas de Tabasco.
“Yo estaba en el filder (jardinero) y en un tiro que hice me dice el Peluche Peña: ‘súbete a la
loma’, y ya me vieron pichar y querían firmarme para Diablos”, dijo.
Quién lo diría, uno de los actuales ídolos de los Sultanes estuvo a nada de formar parte del
archirrival Diablos Rojos del México.
“Estuve muy cerca de firmar para Diablos como pitcher, pero yo crecí con el hijo de Lee
Sigman, con Kenneth, y pues mi papá conocía muy bien a Lee Sigman y él le dio el consejo
que me fuera a Estados Unidos para buscar una oportunidad en el Draft y si no pasaba nada
regresarme”.
Las cosas no salieron del otro lado de la frontera norte de México y Víctor volvió a casa con el
sueño intacto de beisbol.
“Cuando regresé hablé con Lee Sigman y me dijo vente para Monterrey”, dijo.
Desde ahí, el zurdito de Obregón hizo clic con los Sultanes.
“Aquí (en Monterrey) me hicieron la prueba, me firmaron y así empecé”, recordó.
En el verano del 2011, Mendoza estampó su firma para los Fantasmas Grises y en el siguiente
invierno lo enviaron a la Liga de Nayarit, con Acaponeta.
Luego, un año después, probó suerte en los Truenos de Tijuana, y le llegó la hora del debut en
el profesionalismo en la Liga del Pacífico con Cañeros de Los Mochis.
“Hubiera sido un sueño (debutar con Obregón) porque desde chiquito siempre Yaqui, siempre
fui al estadio y estuve ahí, pero gracias a Dios que haya sido así y me haya tocado con
Cañeros, al que le tengo cariño muy especial porque fue con el equipo con el que debuté
profesionalmente en todo el beisbol”, expresó el inicialista.
Su presentación en el circuito de verano se dio en 2013, cuando su entonces manager en
Nayarit, Miguel Flores, le dio la oportunidad a un puñado de jóvenes como “Chule”, Arturo
Rodríguez, Marcos Rivas, Leo Germán, Juan Rodríguez, entre otros.
Incluso, en Acaponeta, Mendoza fue compañero del pitcher José Urquidy, ahora ligamayorista.
• ¿A quién prefieres? ¿al Miguel Flores manager o directivo?
” Miguel Flores fue el primer manager que tuve desde mis inicios. Siempre ha habido una
buena armonía entre él y yo. Hasta ahorita, sinceramente, de las dos facetas me ha tratado de
la misma manera. Bien. Es una gran persona que me ha dado mi lugar y sabe lo que uno se ha
esforzado y he dado por estar aquí y jugar todos los días”, aseguró.
Tras un inicio prometedor en Monterrey, Mendoza tuvo un notable bajón en las temporadas
2014 y 2015.
Las buenas actuaciones empezaron a escasear y la desesperación lo hizo presa de querer
probar en otros rumbos.
“Voy a serte sincero. Uno cuando empieza lo hace con todo el entusiasmo y ganas de salir
adelante y más cuando sabes que puedes hacer las cosas bien. En la parte mental afecta
mucho cuando no te meten, porque uno dice: ‘aquí estuviera jugando, estoy perdiendo mi
tiempo’.
En esos años, Víctor tenía que pelear su lugar con estrellas de la talla de Félix Pérez, Luis
Alfonso García o Max Ramírez.
“Uno ve las cosas malas. Así venía 2014-2015, siempre venía alguien enfrente y no había
oportunidad. Yo decía: ‘tengo talento, se me están pasando los años”, admitió. “Me afectó la
falta de oportunidades”.
Hace una pausa a la entrevista, se quita los lentes de sol y, con la experiencia que le han dado
los años, “La Chule” hace una reflexión sobre el Víctor de esos años y el actual.
“El Víctor de ahorita le diría al Víctor de sus inicios que se deje de cosas. Que los tiempos de
Dios son perfectos y las oportunidades tienen que venir. Que en vez de tener una mala
mentalidad pues simplemente siga trabajando duro porque los que trabajan son los que
merecen”, afirmó.
Y es que, él mismo lo dice, como mexicano y primera base hay que ser “caballo”.
“No es nada fácil. Hay muchísimas personas que se han quedado en el camino por lo mismo
que el primera base es una posición muy exigente y que tienes que traer carreras”, dijo.
• Ante tantos extranjeros actualmente, hasta 20 no nacidos en México, ¿cuál ha sido tu receta
para no darte por vencido y seguir jugando y compitiendo? ¿cómo pinta el panorama para los
chavos que quieren ser peloteros?
“No me quiero ni imaginar lo complicado que es. Si uno la tuvo difícil con 7-8 extranjeros, no me
quiero ni imaginar en este momento que son 20 en la mayoría de los equipos. Simplemente si
es su sueño, si es lo que ellos quieren realmente que se esfuercen mucho y trabajen. Que no
quede en ellos y que digan en un futuro: ‘yo trabajé, no me desvelé, me porté bien, no se dio,
pues ya son cosas de Dios, pero no lo dejen al si hubiera trabajado'”.
Víctor Hugo recordó el antes y después que marcó su carrera. No se le olvida porque desde ahí
reinició su deseo por ser alguien en la pelota profesional.
“Una vez se me prendió el chip de quitarme esa mentalidad negativa al ver en la tele una Serie
del Caribe (en 2016) y estaba jugando Ramón Urías, Paul León, cuando ganó Mazatlán, estaba
el Pony.
Y pues yo jugaba con Urías en Mexicali y estábamos en la banca. Y yo decía: ‘si ellos están
ahí, pues yo también puedo, también quiero’. Y lo sé clarito porque de ahí se prendió el chip de
nuevo y me fui para arriba”.
De ahí vino la gran oportunidad de ser titular en Mayos de Navojoa y de irse abriendo camino
en el Pacífico.
“Se me dio la oportunidad y no la desperdicié. Lo que te digo: la mente es muy importante en el
beisbol”, sentenció.
Por eso, Víctor Hugo no se relaja. Con tanta competencia foránea, en cualquier parpadeo se
pierde el puesto en un club como Sultanes.
“En este equipo (Sultanes), los extranjeros hacen la diferencia. Se necesita un poco de ayuda.
Pero eso a nosotros como mexicanos nos va a hacer que no caigamos en conformismos, a que
crezcamos como beisbolistas, a que el beisbol en México suba porque ya para poder jugar
tienes que ser de los mejores. Que te pisen los talones va a hacer que trabajes más”, afirmó.
El ahora director deportivo de los Sultanes, Miguel Flores, sólo tiene palabras de elogio para el
que alguna vez fue su pupilo.
“Víctor Hugo es un muchacho que desde su llegada a la organización demostró ganas de estar
en el terreno de juego y lo demuestra con su bat y su actitud”, dijo el orgullo de la Colonia
Mitras, en la capital de Nuevo León.
Otro consagrado del club regiomontano, el veracruzano Remigio “Prodigio” Díaz, recuerda los
inicios de “Chule” y la cara le cambia cuando se le pregunta por él.
“Desde que llegó a Sultanes le he seguido su carrera. Llegó con muchas ganas de trabajar y
esa hambre de ser un profesional. La clave es que trabaja con esa constancia de estar todos
los días en el terreno de juego. Ha ido madurando y se le está dando lo bueno a consecuencia
de ese trabajo”, dijo el ex parador en corto del Monterrey.
• Que dos mexicanos, Carlos Sepúlveda y Brandon Villarreal, lideren en bateo en la liga entre
tanto extranjero, ¿es una esperanza para los nacionales de que se puede competir?
“Claro que sí. Y son dos personas que conozco muy bien, jugamos en Obregón, y estoy muy
contento por los dos. Y son la prueba de que en México también podemos. Es a lo que voy: ya
con tanto extranjero te exige ser mejor, te exige trabajar. Esos son los pros que le veo a que
haya tanto extranjero”, dijo Mendoza.
Al cierre de la edición, Sepúlveda, de los Diablos Rojos, marchaba como líder de bateo con
.406 de porcentaje, perseguido muy de cerca por “La Flecha” Villarreal, de Saraperos, con .400.
Son los únicos peloteros en la LMB que rebasan los .400 de bateo.
Este año, Mendoza se metió a los libros de los grandes jonroneros de los Sultanes. El 21 mayo,
en un juego contra Charos en Guadalajara y el día en que el club cumplía 86 años, el de
Obregón alcanzó los 100 vuelacercas con la franela regia para ubicarse en la séptima posición.
El líder es, ni más ni menos, Héctor Espino con 268 bambinazos.
Recién casado con Paulina Corral, Mendoza se declaró en el momento más feliz de su vida.
“El matrimonio es una parte muy importante en vida. Venir y saber que tienes que hacer tu
trabajo porque ya no eres tú nada más, hay alguien más que te espera. Es una etapa muy
bonita”.
Así como disfruta batear jonrones, también lo hace con los sartenes en la cocina.
“Me gusta mucho cocinar y más si es para mi esposa porque si es para mí solo me da flojera.
Cocino de todo: caldos, lentejas, lasagna, muchos platillos que jamás pensé. También ceviche,
aguachiles, lo que me pidan. Ahorita ya sale todo en YouTube y te enseñan a hacerlo”.
La pregunta incómoda a la que tuvo que hacerle swing, sin poncharse.
• ¿Carne asada de Sonora o Monterrey?
“Es un tema que no puede fallar en las carnes asadas. Sinceramente, así lo he visto con todo
mi tiempo aquí, el mejor sabor es en Sonora, pero aquí en Monterrey saben hacer carne, saben
asarla, todo el menjurje. Allá la especialidad, lo que todo mundo hace es diezmillo y aquí como
que te tiran. Saben de carne y saben asarla”.
Es hora de alistarse para el partido. Se acabó el tiempo de la charla.
Antes de irse le pregunto si se imagina con el retiro vestido de Sultán.
“No depende de mí, pero voy a hacer todo lo posible para que dependa de mí. Porque aquí
firmé, llegué en 2011, siento un cariño inmenso por este equipo, por la ciudad, la gente. Estoy
muy agradecido y trabajando cada día más para que se logre y poderme retirar en este equipo”.
Se fue el niño que era tímido y que ahora habla de más en el terreno. El niño al que el beisbol
le cambió la vida.
NOTA PARALELA.
SABÍAS QUE…
El apoyo de “Chule” tiene orígenes desde la primaria, pero en el beisbol empezó en 2011.
“Estaba un compañero con Diablos en Tepic, en la Liga de Nayarit, y él sabía que desde
Obregón me decían ‘Chule’ y me empezó a gritar de línea a línea ‘Chule, Chule’ y escucharon
mis compañeros de equipo y así se me quedó”.
Su nombre completo es Víctor Hugo Mendoza Archuleta, nacido el 30 de noviembre de 1990 en
Ciudad Obregón, Sonora.
TUMBA BARDAS REGIOS
Peloteros de Sultanes con más jonrones.
1. Héctor Espino268
2. Édgar Quintero 226
3. Bubba Smith 133
4. Agustín Murillo 126
5. Luis A. García 121
6. Chris Roberson 112
7. Víctor H. Mendoza 107
SON LOS MR.300
Peloteros de Sultanes con más temporadas sobre .300 de porcentaje
Epitacio “La Mala” Torres 12
Édgar Quintero 10
Héctor Espino 9
Miguel Flores
Chris Roberson
Víctor H. Mendoza*
• Chule batea .304 este año y se perfilaría para llegar a 10.
ECHAN RAÍCES EN UN CLUB
Peloteros en activo con más temporadas en un mismo club.
Víctor H. Mendoza 13 Sultanes
Juan Carlos Gamboa 12 Diablos
Isaac Rodríguez 11 Toros
Yoanner Negrín 11 Leones
Miguel Guzmán 9 Pericos
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