Las condiciones del nuevo convenio para exportación de jugadores de LMB hacia Grandes Ligas cambiará la forma de trabajar el desarrollo de peloteros en México. Así lo advierte Jorge del Valle, director de la Academia Alfredo Harp Helú, donde se desarrollan los peloteros de Diablos y Guerreros de Oaxaca que luego se venden a MLB.
La Academia Alfredo Harp ha sido una de las principales vendedoras de talento mexicano a Grandes Ligas a través de Diablos y Guerreros. De los 10 peloteros mexicanos que aparecieron en los listados de los 30 mejores prospectos de cada organización de Grandes Ligas que publicó Baseball America, seis son egresados de la Academia Alfredo Harp.
“Un duro golpe”
“Sí ha sido duro el golpe”, enfatiza Del Valle en entrevista para CUARTO BAT. “Yo pienso que sí hemos sido afectados en el beisbol mexicano. Pero vamos a tener que buscar la manera. Ya se volvió a abrir la puerta, y eso, era lo más importante”.
En el nuevo convenio se han cambiado las reglas. Antes, los clubes mexicanos se llevaban el 75 por ciento de la venta de un pelotero a Grandes Ligas. El muchacho se llevaba el 25 por ciento restante. Ahora, con el nuevo acuerdo, el pelotero se llevará el 100 por ciento. Y al club mexicano, se le pagará una cuota adicional del 35 por ciento. Es decir, que el margen de ganancia económica para el beisbol mexicano se reduce. Baja de 75 a 35 por ciento, más de la mitad.
Pero, además, el nuevo convenio deja la puerta abierta para la libre competencia en la firma de prospectos en México. Y es que la venta de peloteros a organizaciones de Grandes Ligas ya no será exclusiva para LMB. Seguirán existiendo agentes o academias privadas que no están afiliadas a la Liga Mexicana que podrán firmar y vender peloteros. La LMB tendrá más competencia en la detección y desarrollo de talentos.
De entrada, el gran ganador es el prospecto, quien se llevará todo el dinero de la venta. Pero esas mismas reglas encarecen el precio del prospecto para los equipos de Estados Unidos. Y al mismo tiempo, el equipo de Liga Mexicana reduce su ganancia económica.
“Me preocupa”, expresa Del Valle, “porque a menor margen de utilidad o ganancias, es más difícil que ciertos clubes puedan desarrollar jugadores. Entonces, sí creo que va a haber cambios. Definitivamente sí. Me preocupa porque no sé en qué medida o con qué fuerza lo vayan a seguir haciendo los 16 clubes. No todas las organizaciones tienen el mismo poder adquisitivo para estar gastando e invirtiendo tanto en el desarrollo”.
“Lo más justo era 50-50”
Por la cantidad de dinero que las organizaciones mexicanas invierten en la detección y desarrollo del pelotero, Jorge del Valle, cree que la repartición tenía que haber sido distinta.
“Lo más justo o equitativo tuvo que haber sido el 50 y 50”, reconoce Del Valle. “Grandes Ligas estuvo buscando la manera de cuidar sus intereses, pero a mí me preocupa, porque difícilmente los equipos mexicanos van a recuperar su dinero”.
Del Valle cree que la afectación que el nuevo convenio tendrá sobre la forma de trabajar de las organizaciones de la LMB se irá viendo gradualmente.
“Muy probablemente, durante los primeros tres años, vamos a operar de la misma manera”, asegura Del Valle. “Buscaremos vender la mayor cantidad de jugadores que se pueda, pero va a llegar un momento donde esto sí va a pegar. Seguramente, en ese momento las organizaciones tendrán que dejar de hacer inversiones fuertes en el desarrollo, porque no habrá una manera en la que puedas salir tablas en lo económico como organización”.
Para el directivo, en el nuevo convenio no está bien reflejada la inversión que el beisbol mexicana hace en el desarrollo de los jóvenes peloteros.
“Yo diría que sí hizo falta buscar que fuera un 50 y 50 en la repartición”, expresa Del Valle. “Lo más sensible para los intereses de México, es que se necesitan jugadores para Estados Unidos. Pero también se necesita quién los desarrolle, quién trabaje en ellos. Quién les dedique el tiempo, el hospedaje, la alimentación, los viáticos. Porque, por más que tú veas, siempre vas a ir con un 65-35 de repartición en la venta, para no hablar de un 100-35. Al final, es más lo que vas a poner que lo que va a ingresar”.
“El mercado americano se cuidó”
El mercado de Grandes Ligas, de acuerdo a Jorge del Valle, cuidó sus intereses. Buscó que sus salarios y gastos no se les disparen más.
“Creo que el mercado americano se cuidó; ellos manejaron bien sus intereses”, asegura. “Y al final del día, nosotros estamos afiliados a ellos; ellos son los dueños de la pelota. Ellos también están buscando la manera de que no se rompa tanto el mercado. A nivel mundial hemos entrado en la misma regla que Corea, Japón, Cuba y varios países. Seguramente, Grandes Ligas sintió que se estaba elevando el precio. Tenían que cuidar la manera de que la cartera no se viera tan afectada”.
La venta de prospectos como fuente de operación de la academia
Sobre la inversión que realiza la Academia Alfredo Harp Helú, que desarrolla a los peloteros del México y de Oaxaca, Jorge del Valle, asegura que anualmente recibe aproximadamente a 100 muchachos. De ellos, entre 10 a 15 son vendidos a Estados Unidos. Otro grupo, alrededor de 40 a 50, ya no pasan el filtro de selección para seguir su proceso y son enviados a su casa. Los demás, que son otros 40 o 50, continúan su proceso en las diferentes sucursales de nuestra organización en México.
Es decir, que con la venta de esos 10 o 15 peloteros, la academia tiene que solventar los gastos de alojamiento, alimentación, viáticos, y demás, del otro 85 o 90 por ciento de muchachos que se quedan en la organización para el mercado nacional.
“Todo eso, por mucho tiempo, lo cubre la familia del pelotero cuando es niño o preadolescente”, reconoce Del Valle. “Pero cuando el joven ya llega a cierto nivel y edad, las familias se dan cuenta de que no pueden apoyarlo más. Ahí es donde entra el tema de las academias, el tema de los clubes profesionales y sus sistemas de desarrollo. El equipo profesional buscará la manera de que ese muchacho tenga los parámetros para un desarrollo deportivo que toma tres o cuatro años. Después de ese tiempo, el muchacho va a explotar ese talento, para que puedas buscar la venta”.
Otro gasto importante que la academia debe solventar con la venta de jugadores a Estados Unidos es el del mantenimiento de las instalaciones.
“En su momento, cuando tuvimos la visita de Roberto Osuna a la academia en noviembre pasado”, revela Del Valle, “me decía que no hay esto en República Dominicana, donde estuvo con los Blue Jays en la sucursal allá. A ese nivel hablamos en cuanto a las instalaciones de la academia de Diablos Rojos y Guerreros de Oaxaca. En el desarrollo nunca hemos visto ganancia económica. Y es por el simple hecho de mantener las instalaciones con que cuenta la academia, son instalaciones de primer nivel”.
La preocupación se puede percibir en las declaraciones de Jorge del Valle. El nuevo convenio implica repensar el modelo de negocio y la operación de la academia.
“Mi trabajo ha sido que la academia le cueste menos a don Alfredo Harp”, reflexiona Del Valle. “Y que le cueste menos a la organización. Busco que el mismo desarrollo genere sus propios recursos para que pueda sobrevivir y que podamos hacerlo durante mucho tiempo. Mi trabajo es preocuparme por eso. Por tener los jóvenes con las facultades necesarias para que se pueda invertir ese dinero en ellos. Que la recuperación por alguna venta, vaya y se inyecte nuevamente en eso. Más allá de ver una ganancia, tenemos que trabajar para que no pare la detección y desarrollo el talento mexicano”.
La filosofía de formación
Para la academia de Diablos y Guerreros es fundamental vender peloteros a Estados Unidos para solventar su operación. Pero, como apunta Del Valle, la misión fundamental va más allá de lo económico.
“Don Alfredo Harp siempre nos ha dado la encomienda. Él va a apostar por desarrollar al pelotero mexicano”, asegura Del Valle. “De una forma sincera, en estos 10 años que lleva la Academia Alfredo Harp Helú, él nunca ha querido lucrar con los jugadores. Ha buscado que ellos usen la academia para adquirir todas las herramientas necesarias. Que cuando lleguen a un mercado tan competitivo como es el de Grandes Ligas, ellos no puedan decir que les faltó apoyo o que les faltó un psicólogo, o un coach, o la alimentación”.
“Fue un año muy difícil”
Por todo ello, el directivo acepta que estos 10 meses que duró el veto de Grandes Ligas a LMB y la renegociación del convenio, fueron duros para la academia que dirige.
“Fue un año muy difícil”, reconoce Del Valle, “al menos para nuestra organización. Fue un año en el que tuvimos que parar el tema de desarrollar jóvenes para exportar. El acuerdo nos da el alivio de que podemos otra vez a mostrar a nuestros jóvenes talentos. Nuestro pensamiento es ponernos a trabajar a marchas forzadas. Que podamos hacer que los muchachos retomen, luego de este año sabático que se ha tenido”.
Y es que el objetivo primordial de la academia al momento de visorear jóvenes es precisamente que tengan la calidad suficiente como para ser exportables. La prohibición temporal para vender peloteros frenó, de cierta forma, la operación normal de la academia.
“Al final del día”, asegura Del Valle, “nuestra organización los firma con el objetivo de enviarlos al mercado de Estados Unidos. De hecho, los parámetros que pedimos, exijimos y buscamos, siempre son en base a que cumplan con los requisitos del mercado americano”.
El futuro del desarrollo de peloteros en México
En cuanto al futuro del scouteo y desarrollo de peloteros en México, Jorge del Valle, cree que los equipos que más han venido inviertiendo, seguirán haciéndolo.
“Desconozco como sea ahorita las entrañas de las otras organizaciones”, reconoce Del Valle. “No sé qué se está comentando, qué se esta hablando. Hay organizaciones como Diablos, Guerreros, Toros, Monclova, Sultanes, y más recientemente ha apretado muy fuerte Yucatán. Creo que esas organizaciones seguiremos dedicándonos a esto. Al final del día, nos hemos dado cuenta que el desarrollo del beisbolista mexicano va más allá de ser un gasto. Realmente es una inversión”.
En cuanto al caso específico de Diablos y Guerreros, la intención inmediata es que todo siga igual.
“En nuestra organización seguiremos igual”, asegura Del Valle. “Buscaremos vender la mayor cantidad de talento mexicano a Estados Unidos. Y buscando que nuestras organizaciones desde sucursales, y en el equipo grande de Diablos y Guerreros, sigan teniendo la base de mexicanos más talentosa del país”.
Vendrían ajustes a largo plazo en la Academia Alfredo Harp
Sin embargo, Del Valle prevé ajustes en la organización. Sobre todo, en el largo plazo, y una vez que el nuevo panorama sea más claro.
“Nosotros operaremos igual”, advierte Del Valle, “pero haremos el análisis y evaluación de este año y el próximo. Seguramente en un futuro iré reduciendo la cantidad de jóvenes que tengo en la academia. Necesitaremos cuidar más la inversión”.
“Tenemos que hablarlo como Liga Mexicana”
Pero, más allá de su preocupación específica en el caso de Diablos y Guerreros, Jorge del Valle cree que debe haber un pensamiento global en la Liga Mexicana. Que haya una reflexión en toda el circuito sobre el derrotero que hay que andar con el nuevo convenio. Y, sobre todo, que se haga valer al pelotero mexicano.
“Tenemos que hablarlo como Liga Mexicana”, reflexiona Del Valle. “Ojalá se encuentren mejoras para todos y que no se deje de invertir en México. Pero irá de la mano con que se tenga la apertura de las organizaciones de Estados Unidos para negociar el valor correcto de los jóvenes con nosotros. Tampoco se trata de que como ahora les cuesta más a ellos, nos vayan a querer dar menos”.
Y esa correcta valoración consiste en que se reconozca la inversión inicial que el beisbol mexicano hace en sus prospectos.
“Al final del día”, señala el directivo, “ellos vienen a México porque saben que hay talento, pero también ellos saben que es un talento al que ya se le invirtió. No es un talento que van a tener que pulir completamente ellos”.
De esta unión y reflexión de los equipos de la Liga Mexicana, según Del Valle, nacerá una nueva forma de trabajar y de visualizar el beisbol mexicano del futuro.
“Esto es a largo plazo”, advierte el directivo. “No estás invirtiendo para ver resultados mañana. Este es un proceso donde los muchachos van dando sus pasos progresivamente para que en el futuro se refleje lo que les diste en el desarrollo. Me tiene preocupado que la liga, los equipos, y todo el beisbol mexicano, logren encontrar un programa que nos apoye en lo general”.
Al final, el beisbol mexicano tendrá que repensarse. Jorge del Valle pone los puntos sobre las íes. Sus inquietudes son las mismas que deben tener todas las organizaciones del beisbol mexicano. Más que tiempos adversos, vienen tiempos de adaptación y reflexión.