Juan Ángel Avila y Miguel Ojeda.
Corría el año de 1989, todo esto en el Puerto de Guaymas, fui invitado por el gran toletero y tercera base José Elguezabal para conformar una Liga entre los equipos de Guaymas, Empalme, Valle de Guaymas y Pueblo Yaqui y que llevaría por nombre: “Liga de los Tres Valles”.
Empezamos a reclutar jóvenes para conformar al equipo de Guaymas y por ende invitamos al experimentado jugador de beisbol Dereck Bryant, y entre los aspirantes a ingresar al equipo estaba un jovencito de apenas 15 años quien jugaba uno de los jardines, pintaba bien, buen brazo, soltura con el bat, buena ubicación, tan así que hizo el equipo y siempre fue apoyado y motivado por su Sr. Padre (DEP). Dereck desde un principio le echó el ojo, lo apoyó mucho, ante todo con su preparación, le aplicaba una serie de ejercicios durísimos pero muy efectivos, muy trabajador, disciplinado, realizaba su práctica al pie de la letra tal como se lo señalaba Bryant, lo fue siguiendo durante la temporada, tan así que al término de la misma Bryant lo firmó para los Naranjeros de Hermosillo.
Ese jovencito era Miguel Arturo Ojeda Siqueiros, nativo de este Puerto de Guaymas, nació un 29 de Enero de 1975.
A los dos meses de haber terminado la Liga de los Tres Valles, fui llamado por el equipo de los Venados de Mazatlán y ya instalado en la Gerencia General, busqué la forma de llevar a Ojeda al Club Venados y con tan buena suerte a los meses concretamos el cambio definitivo con los Naranjeros de Hermosillo.
En la Liga Mexicana fue firmado por el equipo de los Diablos Rojos del México y fue allá donde lo convirtieron en receptor, aunque obviamente podía jugar la tercera, la primera y el outfield.
Debutó en la receptoría con Venados en la temporada del 95-96, y su primera participación dentro del terreno de juego se presentó de la siguiente manera: todo esto en un marco de anécdota: cierto juego nos encontrábamos dentro del dougout de Venados y compartiendo la banca con Miguel le digo: “Si Terry McGriff no empieza a batear, entonces tu entrarás por él”…entonces Ojeda un poco nervioso me dijo: ¡yoooo? Y con seguridad le contestó…” tu mix”… no veo otro cátcher alrededor….cuídate, prepárate, ponte listo, lo empezamos a motivar, tu eres valiente, ahí está la oportunidad y el resto va a ser tuyo ok… y un largo etc… Faltando tres días para meterlo al roster lo llamé y le informe: “Al término de esta serie te vamos a dar de alta y no olvides lo que platicamos y comentamos directivos y cuerpo técnico y recuerda que entre otras cosas vas a ser el “quarterback” del equipo y que además tienes toda la confianza de todos nosotros”.
El esperado debut sucedió en un juego contra los Naranjeros de Hermosillo. A la altura de la quinta entrada conectó un doblete el norteamericano Dimitri Young que por cierto pesaba como 130 kilos aproximadamente, de pronto sale una rola entre short y segunda que se va de hit fue cuando Dimitri se dejó venir con toda su humanidad y en una jugada muy apretada Ojeda bloquea perfectamente el jom plate y en el encontronazo lo vi volar y cayó por un lado, no soltó la pelota y Dimitri fue declarado out, de hecho salió lastimado de una de sus piernas y lo llevaron al dougout auxiliado por sus compañeros y en ese momento me encontraba dentro de la caseta de Venados y al llegar Miguel a la escalinata se paró y me dijo: “así quieren que juegue”. Y orgulloso le contesté con fuerza y apretando el puño…ASI….
Transcurrió la temporada Miguel realizó un excelente trabajo y ya en plenos play offs jugando contra los Naranjeros de Hermosillo recibió un pelotazo en una de sus rodillas resultando con una fisura, de tal manera que quedó inhabilitado y en consecuencia fue una falta importante ya que nos fuimos hasta la final y la perdimos ante Culiacán, en ese entonces nuestro manejador era Fernando Villaescusa (EPD)
Desde aquel juego hasta su retiro jamás perdió la titularidad…..
Le retiran el número # 35 al “Negro de Guaymas” , todo esto dentro de sus grandes logros con Venados y después del final de su carrera ante la presencia de los Directivos de Venados y Familia de Miguel Ojeda, ocurrió algo muy singular cuando los equipos que disputaban el encuentro salieron para recibir el “Negro de Guaymas” con una manta agradeciendo el trabajo realizado durante los 17 años de carrera deportiva dentro de los Rojos del Puerto.
Ojeda entró al campo en medio de aplausos y gritos de los aficionados, agradeciendo a todos por su apoyo y respeto durante el tiempo que portó el gafete de capitán y manejador.
Desarrolló una de las carreras deportivas mas admiradas dentro del beisbol mexicano.
El ex cátcher fue clave en cuatro títulos, uno de Serie del Caribe y seis sub-campeonatos vistiendo la casaca local por 17 años ininterrumpidos desde 1995-96 al 2011-2012.
Debutó con los Padres de San Diego en el 2003, repitió en el 2005, participó también con Seattle, Colorado y Texas y en su retiro como jugador activo fungió como manejador de equipos y actualmente es un gran ejecutivo del Club Diablos Rojos del México.
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