Gran serie del Caribe se vivió en Panamá. No se esperaba mucho del equipo local y al final a resultó campeón. Pero lo más importante se vivió en la tribuna, donde se nota la hermandad de los países que aman este hermoso deporte.
En un estadio donde el acceso es complicado, y la salida aún más, se vieron buenas entradas los últimos días. Los aficionados venezolanos se llevaron el certamen en la tribuna. Fueron una afición numerosa, pero además pujante. Son muchos los venezolanos que viven en Panamá, debido a la situación política que vive su país. Al final, los venezolanos representaron una asistencia incluso mayor que la del equipo local, salvo el día de la gran final.
Por otro lado la convivencia de las personas en las gradas fue de una forma respetuosa como debe ser siempre en los encuentros deportivos. Cada afición felicitó al equipo ganador y respetó al equipo perdedor.
La hermandad beisbolera se veía por doquier, con aplausos para uno y otro lado sin importar la nacionalidad, sino el buen beisbol.
Un aplauso para los panameños que con el tiempo encima organizaron una gran Serie del Caribe, preocupados por el bienestar de cada uno de sus visitantes haciéndonos sentir en casa.