Parece que todavía escucho la voz de Roberto Kerlegand anunciar: “Danieeel Fernández, Fernández, jardinero central” ¿Y cómo no recordarlo? Si no fueron pocos los años que el veracruzano jugó para los Diablos Rojos del México.
Debutó en 1983 y tras usar brevemente el jersey de los Cafeteros de Córdoba, jugó con los escarlata hasta su retiro en 2008, año en el que dirigió a los Diablos y los llevó al décimo quinto campeonato de su historia.
Pelotero de menuda estatura, piernas fuertes y entrega absoluta en el terreno de juego. Daniel Fernández será recordado como el eterno 11 de los Diablos Rojos del México, primero en el orden, un pozo en el jardín central, chocador de bola, tremendo robador de bases. Eso es nada más lo cualitativo, pero en el aspecto cuantitativo lo que realmente cuenta para quienes tienen la responsabilidad de votar a los entronizados al Recinto de la Fama del Béisbol Mexicano, ahí Daniel es un indiscutible.
Daniel Fernández tuvo una carrera importante en la Liga Mexicana de Béisbol (LMB), entre 1987 y el año 2000, el veracruzano tuvo un porcentaje de bateo por encima de los .300, con un porcentaje de por vida de .313, es el líder de carreras anotadas de todos los tiempos con 1,837. En 1989 bateó de 6-6 en un juego contra los Olmecas de Tabasco y en varias ocasiones fue líder de hits triples de la liga, conectó 109 durante su carrera.
En el fildeo, Daniel era espectacular, ningún elevado o línea era imposible para él y no le importaba ensuciarse el uniforme o rasparse la cara con tal de llevarse el out. En LMB, dos temporadas tuvo promedio perfecto de 1.000 en el jardín central, en 1994 y en 2005.
Aunque en la Liga Mexicana del Pacífico su carrera no fue tan prolífica, participó en 21 temporadas con los Venados de Mazatlán donde fue muy aclamado. También en invierno llegó a ser líder de hits triples, es el tercer lugar de todos los tiempos de bases robadas con 207 y tuvo promedio de .264
¡Enhorabuena Daniel Fernández, nuevo miembro del Recinto de la Fama del Béisbol Mexicano!
