RINCON BEISBOLERO
Concluido el período de béisbol invernal, toca ahora al verano tomar su turno y entregarnos lo que nada año es dable (y bueno) celebrar aquellos a los que gusta y apasiona este deporte. Van por delante las Grandes Ligas, hoy más que nunca convertidas en un enorme circo de tres pistas.
Más allá de los cambios de peloteros, la moda que señala la llamada offseason, lo que hoy rodeo a la pretemporada son los ecos de las dudas y sospechas levantadas por lo descubierto hace unas semanas. El aroma a trampa”, escándalo y mitote grande luego de que los Astros de Houston fueran descubiertos.
De ahí se parte para hacer cábalas de lo que podrá ser la temporada 2020, muchos ojos estarán fijos ahora dogouts, ruidos extraños, tomas de las cámaras de TV y en el lenguaje corporal de los peloteros. Los que apenas ayer eran admirados por su prístina calidad, hoy actuarán bajo la oscura sombra de la sospecha.
Pero son ciclos, círculos por los que antes ya circuló el mejor béisbol del mundo, cual si fuera el año después de aquel 1919 en que dicen que una Serie Mundial fue “comprada” o tras la huelga de peloteros de 1994. Mucho y nada ha cambiado.
Seguirá siendo un béisbol de salarios millonarios, de mucho jonrón y ponches, de sonoridad, de dudas sobre la pelota voladora, de medidas “innovadoras” que emerjan de la oficina de un Comisionado Manfred que ha convencido a los dueños de clubes de hacía a dónde quiere llevar al béisbol, sin que se sepa hasta ahora cuál es ese destino.
Así, así la víspera del verano de 2020.
Liga Mexicana de Beisbol
En México, el verano se espera viendo que la Liga Mexicana de Beisbol decidió renovar votos con su compromiso de ofrecer mejor espectáculo partiendo de mejorarse a sí misma. Dio por terminado el fugaz “salinato” que muy poco fue lo bueno que dejó y entregó a Horacio de la Vega la apuesta de sus socios por enderezar la nave.
Los retos de la LMB son muchos, casi los mismo de hace 5 o 10 años atrás, hoy si acaso agravados por ese mal casi endémicos de que los dueños de clubes siguen sin verse como socios de la misma empresa y que todos duela lo mismo lo que a casi la mitad duela.
De la Vega ha iniciado su gestión en tan forma tan prudente como plausible, alejado de las formas de su antecesor que llegó con machete en mano a cortar la cizaña de patios ajenos,.. pero no del propio. El hoy titular de la LMB ha llegado con la mano extendida, dejándose ayudar, mostrando tener el carácter de un ex deportista de verdad, no un “cachirul” con Rolex e historias tejidas al vuelo.
Es ahí donde se ha empezado a tejer lo que esperamos sea la nueva ruta de la LMB.
Desequilibrios.
Sin embargo, en la antesala del inicio de las hostilidades, nadie que crea que vaya a desaparecer esa sensación de marcado desequilibrio que persiste en el viejo circuito.
Los pronósticos serán los mismos porque aún y se hable de “mejora” de algunos, lejos quedan aún de los de siempre. ¿Zona Norte? Monclova, Tijuana, Sultanes, Saltillo y el resto corriendo a ver si al menos hacen cosquillas. ¿Zona Sur? Leones, Pericos, Tigres, Diablos y tal vez a unos Guerreros que con todo y ser equipo “alacena” de sus “hermanos mayores”, se las han arreglado para dar lata.
Del resto, el “limbo beisbolero” queda a gusto con Piratas, Olmecas y Bravos, que participan, amenizan a ratos y pronto se despiden “esperando el año que viene”.
Ese es el panorama que muchos quisieras ver diferente.
Parte esencial del verano beisbolero será el ver de qué manera se manejan lo referente al trato de LMB con los medios, asunto no menor luego de los muchos antecedentes de una relación viciada, lo mismo por la vigencia del “chayote” surgido en la era de Tommy o la de Capone que Salinas ayudó a desterrar.
Sabremos si Horacio de la Vega se mantiene a las formas de mantener la asepsia en ese tema o si lo logran “encapsular” quienes hoy se pasean como los hijos de la tía Ramona, que ningún jalapeño les embona. Esos que siguen tirando arañazos porque les quitaron las “whiskas” del plato, pero siguen teniendo quien les aplaudan las maromas. En Abril empezaremos a tener respuestas.