Jorge Fitch Díaz nació el 30 de marzo de 1934 en Navolato, Sinaloa, México, aunque a temprana edad se fue a radicar a Tijuana donde vivió muchos años, con una estatura de 1.83 y 74 kg de peso, jugó el short stop siendo considerado por muchos el mejor, siendo derecho para lanzar y batear.
Sus primeras correrías en la pelota se remontan a Culiacán, como alumno de la escuela primaria “Niños Héroes de Chapultepec”, ubicada a un costado del parque de béisbol donde jugaban los Tomateros de Culiacán. Desde niño era aficionado al béisbol, se iba de pinta para verlos practicar, porque su hermano mayor, Luis, jugó por poco tiempo con ellos, y es allí donde nace su ilusión por ser beisbolista.
En 1944 la familia Fitch se traslada a Tijuana llegando a la Calle Primera, de la Colonia Independencia entonces la ciudad había 150 mil habitantes. En Tijuana jugó futbol, pero ya en la adolescencia se inclinó por el béisbol. Sus hermanos Luis, el mayor, ex beisbolista y periodista, Eligió, ya finado, gran basquetbolista, Arnoldo, buen softbolista y beisbolista, jugó un gran softbol a nivel mundial representando a México y béisbol a nivel nacional, menor que Jorge unos dos años; Jorge fue un gran portero en futbol soccer y jugador de basquetbol, además de destacar en el béisbol amateur, tanto Jorge como Arnoldo estudiaron en la secundaria de Agua Caliente, en aquel tiempo la llamaban “La Poli”. Competían en la Sunset League, ahí estaban el pitcher alemán Pepe Railes y Ray Zonta.
Cerca de donde vivía estaba el campo “Puerta Blanca” a donde con su hermano iba a ver jugar a los Rojos de Tijuana que en la temporada 1949-50 entraron a la Liga de la Costa del Pacífico en lugar de los Venados de Mazatlán, aquel equipo contaba con jugadores como el “Bacatete” Fernández, Alberto Alfonso, Julio Alfonso, Arturo “Pitito” Crespo, entre otros.
En 1950 inició junto con su hermano Arnoldo con el equipo llamado Joyería Inda, un conjunto muy modesto donde recuerda que lo único que regalaron fue la gorra.
Después jugaron con un equipo llamado “Diablitos Rojos” al lado de Jaime Corella; al team lo dirigía Francisco “Grande” Amador, quien les enseñó a ser disciplinados y responsables, fue su primer instructor, teniendo mucha influencia de él. Con ese equipo estrenaron su primer uniforme y después del juego los llevaban al cine porque el patrocinador trabajaba de portero. Al entrar, movíamos los brazos y manos como que le dábamos el boleto de entrada y él hacía como que lo rompía y simulaba que lo echaba en una caja, o sea que pasaba al equipo de contrabando.
La posición que Jorge Fitch jugaba, ya desde esa edad, siempre fue la de campo corto y su inspiración era Phil Rizzuto, estelar short de los Yankees de Nueva York.
Cuando tenía aproximadamente 16 años, tuvo la fortuna de que lo invitaran los Águilas de Mexicali a un try out junto con Jesús Sánchez.
Jorge y Jesús habían estado un día en Hermosillo buscando una oportunidad de “enrolarse” con algún equipo de mejor nivel, de ahí que en esos días se les vio entrenar y jugar en un campito de pelota frente a lo que fue la Escuela de Artes y Oficios de Hermosillo donde Santiago “El Dumbo” Ayala y Virgilio Arteaga eran los entrenadores.
Y así sucedió: “El Dumbo” les entregó una carta de recomendación para don Mario Hernández Maytorena, propietario de los Águilas de Mexicali.
Ya en la frontera, estando de manejador Art Lilly, tuvo el gusto de estar con Eduardo “Zurdo” Escalante, Ernesto “Caballo” Jaramillo, Rafael “Failo” Ibarra, Luis “Güero” Villanueva, David García, Nat Moreland, el zurdo Manuel “Pilillo” Estrada, Manuel “Patas” Ponce.
Se jugaba en el Parque Hidalgo, con tan mala suerte que Jorge fue recortado del try outs; no le conocieron sus grandes talentos con el guante, el brazo y con el bat. Si mal no recuerdo, “la cuña” fuerte fue Rubén Amaro, el mismo que llegó hasta con lo Yankees. No logró quedarse, regresándose a Tijuana, muy entusiasmado por haber convivido con jugadores profesionales como los antes mencionados.
Había gente de Guaymas y Empalme que recortaron, como Elmo y Juan Forte, Porfirio Hernández, nuestro amigo, el “Caballo” Jaramillo, César “Oloroso” Gutiérrez, Jesús Mendoza “Tribilín” “Gasolín”; tremendo bat y brazo; Carlos “El Elaborado” Salcido, Miguel Fernández, “Panchillo” Ramírez, “Cucón” Bernal, “Moi” Camacho, etc.”.
Tras esa etapa, Fitch decidió probar suerte y se fue a la Cd. de México donde jugó con el equipo Sonora que manejaba Francisco “Pancho” López, papá de Horacio López Díaz, pero sólo vio acción en dos partidos.
Después por recomendación del ampáyer “Conchas” Castro, en 1954 lo contrataron en Coatzacoalcos, Veracruz, en la Liga del Sur de Veracruz, fue ahí donde recibió su primera paga como jugador, su primer manejador fue Jesús “Chanquilón” Díaz del cual recibió muchos consejos.
Luego de dos temporadas en Coatzacoalcos en 1956, debutó en la Liga Central con Mineros de Fresnillo, Zacatecas, donde tuvo como compañeros al cubano Hiram Alonso, a Raúl Castro, Juan Conde, Jesús “Chanquilón” Díaz, Rogelio González, Walter Graham, Blas “La Máscara” Guzmán, Jesús Moreno, Nazario Moreno, Javier Rivera, Ramón Serratos entre otros. Parte del equipo fue enviado a Querétaro también de la Liga Central donde Fitch ayudó a ganar el campeonato dirigidos por Nazario Moreno, quien era de Torreón, Coahuila, tenía en su roster a muchos jugadores de La Laguna, citando a “El Buzo” Delgado, “La Burra” Maldonado, el pitcher cubano David “Látigo” Jiménez y “Tonches” Navarrete. En ese circuito también participaban Celaya, Irapuato, León, Guanajuato y Salamanca.
Al siguiente año, en 1957, le hablaron para jugar con Aguascalientes donde estuvo muy poco tiempo ya que de ahí se lo llevaron los Tigres de México ya que aquella plaza era su sucursal. Debutando ese año en la Liga Mexicana de Verano, jugando 79 partidos, ahí permanece hasta 1959.
En 1960 lo cambiaron a los Pericos de Puebla por Nicolás García, franquicia que ese año llegó de Nuevo Laredo, los años y las temporadas de béisbol siguieron su curso y para 1967 se despide de Puebla, dejando atrás grandes campañas y grandes amigos.
En Puebla ganaron el banderín en 1963 bajo el mando del legendario cubano Tony Castaño, terminando con record de 80 ganados por 53 derrotas, Ronaldo “Ronnie” Camacho resulto líder en carreras producidas con 108 y siendo campeón jonronero con 39, para la nueva marca en ese año; y teniendo al mejor pitcher, Miguel Sotelo ganó 24 juegos y ponchó a 208 bateadores para ser el líder en la liga. Uno de líderes en ese equipo lo fue indiscutiblemente Jorge Fitch quien siempre alentaba a sus compañeros a pelear por la victoria hasta que cayera el out 27, esa fue una de sus mejores temporadas al batear.316 con 57 Carreras producidas y seis jonrones. Fitch considera que fue con Puebla donde tuvo sus mejores años en la pelota profesional. Durante cinco años Jorge Fitch hizo una gran llave de dobletes matanzas con Moi Camacho el segunda base de Puebla y se habló que ha sido la mejor, compitiendo con Héctor “Chero Mayer” y el nogalense Ernesto “Natas” García.
Recuerda a buenos manejadores como “Beto” Ávila, José Luis “Chito” García y Vinicio García; también a los receptores “Rudy” Sandoval y Guadalupe Cansino; al excelente tercera base, José “Zacatillo” Guerrero y a su mancuerna, segunda base, Moisés “Moi” Camacho, Alejandro “Cañitas” Moreno, Pedro Cardenal, Eddie Moore; Puebla tenía una gran rivalidad con los Diablos Rojos de México, un equipazo en donde sobresalían Ramón Arano, Alfredo Ortiz, Aurelio López, “Chero” Mayer, “Natas” García y Leo Rodríguez.
Después de un pequeño receso en su carrera, en 1969 reaparece vistiendo la franela de los Broncos de Reynosa, en donde vuelve a ser campeón de la liga, bajo las órdenes de su ex compañero con los Pericos, Miguel Sotelo, permanece en esa organización hasta 1970.
En la temporada de 1971 cambia de aires, lo encontramos en 59 juegos con los Alijadores de Tampico que esa temporada reingresaban con el nombre de Estibadores, con un receso de dos años regresa a los ahora Bravos de Reynosa en 1974 para en 1975 despedirse de la liga como jugador activo.
En total, Fitch jugó 16 temporadas en la Liga Mexicana de Béisbol (LMB) con Tigres, Puebla, Reynosa y Tampico, en 1,670 juegos tuvo 6,163 turnos al bat donde acumuló 1,676 hits, 210 dobles, 53 triples, no fue un bateador de poder, sin embargo se las arregló para conectar 49 cuadrangulares en su brillante carrera, anotó 866 carreras e impulsó 567, además de 92 toques de sacrificio y 57 de fly, recibió 602 pasaportes y 24 intencionales, así como 18 pelotazos y fue ponchado en 581 ocasiones, se estafó 96 bases, es atrapado en intento de robo64 veces y pega 151 roletazos para doble play, para un promedio de bateo de por vida de .272. y .347 de slugging.
En la Liga Mexicana del Pacífico durante el invierno, jugó 9 temporadas debutando con los Naranjeros de Hermosillo en 1960-61 con quienes militó 5 años hasta el invierno 1964-65, en ese debut en la Liga Invernal de Sonora, bateó .269 en 46 partidos.
En cinco temporadas con Naranjeros fue un héroe, disfrutaría grandes momentos, sobre todo un bicampeonato (1960-61 y 1961-62) teniendo de mánager a Virgilio Arteaga y uno más en el 1963-64 con Leo Rodríguez al timón.
Luego pasó a los Yaquis de Cd. Obregón donde también fue parte esencial del primer campeonato del equipo en lo que fue la Liga Sonora-Sinaloa 1965-66, teniendo de piloto a Manuel Magallón. En esa temporada fue el Jugador Más Valioso al batear para .247, 8 dobles, 1 triple, 50 carreras impulsadas y lo mejor, 18 cuadrangulares, uno menos que el campeón Héctor Espino que se coronó con 19 de vuelta entera. Esa cifra de cuadrangulares sigue siendo la marca para un short stop en la Liga Mexicana del Pacífico. Permaneció con yaquis 3 temporadas hasta 1967, de 1968 a 1970 no juega en esta liga y en 1970-71 lo hace con el equipo de Mayos de Navojoa siendo su última temporada en el pacífico.
Sus números en la Liga Mexicana del Pacífico es la participación en 484 juegos con 1847 veces al bat, conectando 469 hits, 55 dobles, 9 triples y 47 jonrones, anota 247 carreras y produce 198, pega 31 toques de sacrificio y 9 de fly, recibe 184 bases por bolas y 16 intencionales, lo ponchan 172 ocasiones, se roba 52 bases, recibe 9 pelotazos y batea 45 rolas para doble play, acumuló un porcentaje de bateo de .250.
Fue campeón tres veces con Naranjeros y uno con Obregón. Siempre como todo un estelar del campo corto, conquistó también un banderín en la Liga Mexicana del Pacífico al frente de los Potros de Tijuana en la temporada 88-89.
En su labor como estratega comenzó su carrera en 1973 con Bravos de Reynosa, un equipo bastante modesto, quedó en segundo lugar de la Zona Norte – Este y ganado 67 y perdiendo 66 partidos, clasificaron a los play offs donde fueron eliminados en el primero por Saraperos de saltillo en tres juegos a uno; en 1974 vuelve al timón de Bravos de Reynosa pero ahora como manager – jugador siendo el tercer mejor bat del equipo con .293, y quedando en último lugar de su grupo, ganando 53 y perdiendo 79 juegos, en 1975 solo bateo para .167 y quedaron en tercer lugar de su grupo con 58 ganados y 75 perdidos, en 1976 solo actúa como manejador de los Broncos de Reynosa siendo sustituido por Marte de Alejandro; pasa a su vez a reemplazar a Allan Gallagher que manejaba a los Alacranes de Durango que no pudieron levantar quedando en el último lugar de su grupo en la Zona Norte – Oeste, para 1977 entra al relevo de Jorge Calvo que dirigía a los Tecolotes de Nuevo Laredo, en la Zona Norte – Este logrando recuperar terreno al ganar 77 juegos y perder 75 para quedar en primer lugar de su grupo y clasificar a los play offs, enfrentando en el primero a los Algodoneros de Unión Laguna eliminándolos al ganar 4 partidos contra dos, y en el segundo play offs por el mismo número de juegos ganan el campeonato de la Zona Norte al dejar fuera a Saraperos de Saltillo y se enfrentan en la final al campeón de la Zona Sur, los Diablos Rojos del México, derrotándolos 4 juegos a 1 y coronarse campeones de la Liga Mexicana, su primer campeonato como timonel. Increíblemente a pesar de ganar el campeonato se quedó sin chamba.
En 1979 reaparece como timonel de los Ángeles Negros de Puebla en el grupo de la Zona Sur – Oeste el mejor récord como manejador en su carrera quedando en primer lugar al obtener 86 victorias por 51 derrotas, su más cercano perseguidor, los Rieleros de Aguascalientes quedaron en segundo lugar a 18 ½ juegos. En el primer play offs enfrentaron Plataneros de Tabasco eliminándolos por barrida en 4 encuentros, el segundo play offs dejaron en el camino a los Cafeteros de Córdoba al derrotarlos 4 cotejos a 1, para llegar a la final ante el campeón del Norte los Indios de Cd. Juárez que con los intransitables Mike Paul y Rafael García lucían como ligeros favoritos, pero en una de las series de campeonato más recordadas derrotaron a los Indios en 7 encuentros.
El equipo Ángeles de Puebla comandados por el de Navolato, Sinaloa, Jorge Fitch tenía los siguientes jugadores Clemente Acuña Sestito de Cananea, Sonora, José Luis Aguilar Zapata de Nueva Rosita, Coahuila, Ernesto Alonso González de Guaymas, Sonora, Bernardo Calvo Pérez de Tlacotalpan, Veracruz, Luis Alberto Carreño de Nogales, Sonora, Raúl “El Boogie” Colón Rodríguez de Bayamón, Puerto Rico, César Díaz Pérez de Jamapa, Veracruz, José Antonio “Pepe” Elguezabal de Cd. Obregón, Sonora, Ernesto Escárrega Acosta de los Mochis, Sinaloa, Francisco “Paquín” Estrada Soto de Navojoa, Sonora, Pablo Gutiérrez Delfín de Ignacio de la Llave, Veracruz, Alfonso “Houston” Jiménez González de México, Distrito Federal, Jorge Luis “Zamorita” Hernández Mancillas de San Blas, Nayarit, Fernando López Duarte de Cd. Obregón, Sonora, Luis Lora Marino de Las Minas, R. D., Ramón “El Látigo” Munguía Zamora de El Alamito Buenavista más conocido por “El Tronconal”, Hermosillo, Sonora, Iván Murrell Augusto de Almirante, Panamá, Morris Nettles de Los Ángeles, California, Raúl Paredes Mendivil de Huatabampo, Sonora, Antonio Pulido Leal de Medellín de Bravo, Veracruz, Abraham Rivera Molina de Carlos A. Carrillo, Veracruz, Francisco Soto Félix de Constancia, El Fuerte, Sinaloa, Reynaldo Valle Muñoz de El Tizate, Santiago Escuintla, Nayarit y Héctor “El Súper Ratón” Zamudio Carmona de Ignacio de la Llave, Veracruz. Se recuerda una bronca con el ampáyer Concepción “Concho” Rodríguez, a quien en Saltillo Jorge Fitch le dio de golpes.
En 1980 está al frente de los Ángeles de Puebla nuevamente y llevaban un grandioso paso para defendiendo el título con 63 ganados por 25 perdidos, cuando se suscitó la bronca en Veracruz aquel el 6 de abril en lo que fue el viejo y ya desaparecido Parque Deportivo Veracruzano del Heroico Puerto de Veracruz a causa de una mala decisión de un umpire, entre Rojos del Águila de Veracruz frente al Ángeles de Puebla se dieron brotes de violencia, cuando el mánager de los poblanos, Jorge Fitch y el resto del equipo decidieron reclamar la decisión del umpire en la primera base, lo botaron, pero Alfonso “Houston” Jiménez González, siguió con la alegata y también lo expulsaron, con eso el público se volteó contra los poblanos, pero hubo calma, al finalizar el partido los policías los golpearon con macanas, fueron detenidos con violencia, resultando el pitcher Alfredo Esparza con probable fractura de la muñeca, a “Zamorita” Hernández, Jorge Fitch, Pablo Gutiérrez Delfín y Francisco “Paquín” Estrada Soto, les dieron de puntapiés, fueron severamente golpeados, remitidos y escoltados desde el estadio hacia el Penal de Allende y ahí los tuvieron encerrados alrededor de cuatro horas en la Comisaría de la Policía Municipal, abandonaron aquel lugar luego de pagar mil pesos por cada pelotero para ser liberados.
Los patrones de Puebla eran los Pérez Avellá, suspendieron a Jorge Fitch siendo sustituido por Rosendo Domínguez, los jugadores se solidarizan con su líder. Fue el primer acto de rebeldía, se iniciaban difíciles momentos para el béisbol mexicano.
Ante el despido del manager Jorge Fitch por Jaime Pérez Avellá del Ángeles de Puebla, apoyado por los directivos de la Liga, los jugadores reaccionaron contra la medida, juzgada de arbitraria, como respuesta se negaron a jugar un partido más sin su manager, para la siguiente serie en Mérida, y el Puebla rehusó jugar. Los jugadores mexicanos del Club Puebla unificaron su actitud de no participar en la serie que debían celebrar en Yucatán, ni en los siguientes en tanto la directiva del equipo persistiera en su decisión de suspender indefinidamente al manager Jorge Fitch. El paro inició el domingo 13 de abril de 1980. Jaime Pérez Avellá agravó la situación cuando declaro que el ex timonel fue suspendido de por vida por los acontecimientos de Veracruz.
Los peloteros rebeldes trataron de dialogar con el alto comisionado Alejo Peralta, encontraron las puertas cerradas, acudieron a las oficinas de Pérez Avellá donde entregaron su pliego petitorio, siendo la principal demanda la restitución de Jorge Fitch. Antonio Ramírez Muro destacó el proyecto de crear un nuevo equipo con refuerzos de los 19 teams del circuito y presentarlo el lunes en la serie ante Yucatán en el estadio “Hermanos Serdán”, dijo amenazante: “A los peloteros de Puebla los queremos en los diamantes, les pedimos que piensen en sus familias pues podrían quedar sin trabajo en todas las ligas profesionales del país”. Esta breve, pero silbante confrontación con los propietarios cubrió al Puebla.
Un pelotero de historial magnifico con una etiqueta de campeón, no puede tener un exabrupto ante la directiva de su club, porque la guillotina lo habrá condenado para siempre. El triste episodio vivido por Jorge Fitch es solo una más del serial de dominaciones patronales que se equipara a las características de la edad media. Jorge Fitch, además de pelear milímetro a milímetro por la victoria de su equipo, tanto como jugador activo y después como manejador, siempre luchó por mejorar la condición social y económica de sus compañeros peloteros fueran de su equipo o de los rivales en el terreno de juego, situación que le generó un sin número problemas extra béisbol en una justa lucha por sus derechos que aún no termina y al día de hoy sigue más vigente que nunca y que esperamos que un día cercano el pelotero – trabajador – empleado mexicano habrá de ganar y lograr que por fin se le haga justicia en el mejoramiento de su estatus social y económico, tanto para ellos como para sus familias. Posteriormente vino la huelga de la Anabe quedando suspendida la Liga y Jorge Fitch entre los expulsados de por vida de la Liga Mexicana de Verano.
A su paso como manager dirigió en 1043 juegos de los que ganó 525 y perdió 518 para un record de .503 en siete temporadas, apareciendo en tres series de playoffs, Participa en tres de play offs, con Reynosa, Laredo y Puebla, donde juega en 37 juegos, gana 25 y pierde 12. Juega dos series por el título, en 1977 y 1979, con los Tecolotes de Nuevo Laredo y Ángeles negros de Puebla, resultando campeón en ambas.
En la Liga Mexicana del Pacífico, como manejador en invierno lo encontramos dirigiendo a Guasave en donde la temporada 1974-75 los hizo campeones de la segunda vuelta con record de 24-17, repite como manejador a la temporada siguiente 1975-76.
En 1979-80 lo vemos manejando a Tijuana. En 1983-84, se hace cargo en la conducción de los Águilas de Mexicali.
En 1984-85 de nuevo es manejador de los Potros de Tijuana, repite en 86-87, ese año pierden la serie final contra los Venados de Mazatlán, y en 87-88 los Potros resultan campeones al derrotar a los Mayos de Navojoa en la serie final y gana el derecho de representar a México en la Serie del Caribe de ese año. En 89-90 lo vemos un rato manejando a los Tomateros de Culiacán.
Al hablar de Jorge Fitch, nos referimos a uno de los mejores, si no el mejor de los paradores en corto (short stops) mexicanos de todos los tiempos; ha habido muchos y muy buenos paradores en corto mexicanos, se ve difícil definir quien ha sido el mejor, en la década de los cincuentas brilló Héctor “Chero” Mayer, que fue campeón bateador en la vieja Liga de la Costa con Navojoa. También Guillermo “Huevito” Álvarez es otro brillante short stop, en 1955 conectó 19 jonrones y bateó .334 imponiendo récord para un parador en corto. Fue el primero en ganar el guante de plata como parador en corto en verano, siendo considerado el mejor en su posición durante 9 años consecutivos.
Jugó 15 años consecutivos en los juegos de estrellas del béisbol de verano, fue el único parador en corto en la liga de béisbol de invierno que participó en 2 triple plays en un solo juego entre Culiacán y Mazatlán, es reconocido en el béisbol mexicano como uno de los mejores campos cortos mexicanos de todos los tiempos. Así que amigos ustedes tienen la elección.
En el devenir del béisbol mexicano, durante cuatro décadas a partir de los años 50´s, Jorge Fitch logró ganarse un sitio muy especial, primero como jugador siendo un notable campo corto y luego de estratega.
El 27 de julio del 2001, una gran fecha para Jorge Fitch quien junto con Pedro “Charrascas” Ramírez, Rudy Sandoval y Jack Pierce son entronizados al Salón de la Fama del Béisbol Mexicano con sede en Monterrey.
Quizá el nombre de Jorge Fitch no aparezca en las listas de los grandes records, pero si en la de jugadores y manejadores insistentes, machacones, luchones, liderando a su equipo en busca del triunfo, entregándose al cien por ciento dentro de su profesión, en pos de la victoria.
Su notable trayectoria, sin duda, le hizo merecedor de la admiración y reconocimiento de todo el béisbol organizado.
Tras sufrir en octubre de 2009 una embolia cerebral quedando paralizado del lado izquierdo del cuerpo en Playas de Rosarito, BC, lugar donde reside junto con su esposa Elda y familia, y por fortuna su recuperación es muy positiva, siendo atendido en Chula Vista, California.