Por ESPN
Ciento y diez años después de su retiro del beisbol, Cy Young aún conserva algunos de los récords que son considerados “irrompibles” en las Grandes Ligas, y probablemente sea uno de los lanzadores más mencionados de la historia, no solo por su desempeño en el terreno de juego, sino porque los premios al mejor pitcher de la Liga Americana y la Liga Nacional llevan su nombre.
Denton True Young jugó en las ligas mayores por 22 temporadas, entre 1890 y 1911, principalmente con los Spiders de Cleveland de la Liga Nacional y los Medias Rojas de Boston de la Liga Americana. Con 44 años de edad, dividió su última temporada con los Naps (ahora Guardianes) de Cleveland y los Rustlers (ahora Bravos) de Atlanta.
En la última salida de su carrera, el 6 de octubre de 1911 permitió 11 hits y 11 carreras en 6.1 entradas contra los Dodgers de Brooklyn, en el segundo encuentro de una doble cartelera en el Washington Park de New York. El 15 de marzo del año siguiente, Young optó por retirarse. Falleció en noviembre de 1955, a los 88 años de edad.
A lo largo de su carrera, Cy Young comenzó 815 juegos, logró 511 victorias, sufrió 315 derrotas, completó 749 encuentros, acumuló 7,356 entradas, enfrentó 29,565 bateadores y acumuló 165.6 WAR, todas esas cifras récord de todos los tiempos en Grandes Ligas. En 906 juegos, su promedio final de carreras limpias quedó en 2.63.
El nativo de Newcomerstown, Ohio, superó las 30 victorias en cinco ocasiones y ganó 20 o más juegos 16 veces, incluyendo 14 en forma consecutiva, entre 1891 y 1904. Cinco veces superó las 400 entradas y en 16 pasó de 300. Completó 40 o más partidos en nueve temporadas.
La evolución del juego y el extremo cuidado en la carga de trabajo de los lanzadores hacen pensar que es prácticamente imposible que algunas de las principales marcas de Young puedan ser superadas.
En la primera temporada de la Liga Americana (1901), Young ganó la Triple Corona de los lanzadores con 33 triunfos, promedio de efectividad de 1.62 y 158 ponches. En 1903, ganó dos juegos en la primera Serie Mundial, colaborando para que los Boston Americans (ahora Red Sox) derrotaran a los súper favoritos Piratas de Pittsburgh. Young participó en cuatro de los ocho juegos de ese clásico, completó sus tres aperturas y tuvo efectividad de 1.85 en 34.0 innings.
Young, quien fue parte de la segunda promoción del Salón de la Fama de Cooperstown en 1937, lanzó tres sin hit ni carrera de por vida y, en 1904, lanzó el primer juego perfecto del siglo XX.
