Crónicas Beisboleras
Por Jaime Palau Ranz
Finales de la LMB.
La LMB está llegando a su parte culminante, se están desarrollando las Series finales, una para la Zona Norte y otra de la Zona Sur, al momento de escribir la presente columna ambas están a la espera que se desarrolle el sexto juego, en la industriosa ciudad de Monterrey y en la Ciudad de México.
Los Sultanes de Monterrey, que fue el mejor equipo de la Norte se enfrenta al número 2, los Tecolotes de los 2 Laredos, como he asegurado, el mejor equipo tiende a ganar en una serie larga a ganar 4 de 7 posibles encuentros, de momento los regios van arriba 3 victorias a 2, por haber sido mejor equipo cierran en casa los 2 últimos encuentros, si hoy gana se habrán instalado en la gran final o Serie del Sol.
Por la Zona Sur, el mejor equipo de toda la temporada y por mucho, los Diablos Rojos del México reciben al número 4, los Guerreros de Oaxaca, un equipo cuyo desempeño al final del presente torneo nos demuestra la importancia de cerrar compacto, embalado, con la moral en alto y creyendo en ellos mismos, más allá de los números, las estadísticas o la calidad de los equipos contrarios.
Oaxaca llegó a ganar 8 encuentros en línea y 11 de sus últimos 12 encuentros, le había ganado 3 de los últimos 4 a Yucatán, 4 al hilo a Querétaro y 3 a los Diablos Rojos, tenía el momento anímico y Diablos estaba completamente desconcertado, no había estado en toda la temporada en una circunstancia parecida, haber perdido 3 encuentros en línea, ellos simplemente ganaban 3 de cada 4 partidos.
Esa ventaja que da el enrachamiento se ha diluido, las cosas empezaron a emparejarse el martes cuando Diablos bateó 5 cuadrangulares y estuvo a 3 outs de ganar el tercero de la serie, tremendo juego de toma y daca, la ventaja cambió de dueño 6 veces a lo largo del encuentro, cada vez que Diablos se iba arriba los Guerreros reaccionaban y le daban la vuelta de inmediato.
Los cerradores fallaron por ambos equipos, incluso gana el de Guerreros sin merecerlo pues le vinieron en la novena con 4 carreras para perder la ventaja, eso sí, su porcentaje de carreras limpias se fue al cielo así que nada que presumir, hubo muchas discusiones en el terreno de juego, pero más que entre jugadores rivales, con el ampáyer, dudosa su actuación, abajo del peto traía un jersey rojo me parece.
Los juegos de miércoles y jueves mostraron que esa ventaja moral y en el ánimo ya había sido equilibrada, los mejores volvían a tomar el sartén por el mango, ganaron con autoridad, anotaron 36 carreras entre los 3 juegos, eso da un promedio de 12 anotaciones por partido, demasiadas recibidas para un equipo que quiere llegar a una gran final, es un eslabón muy débil.
Cada vez que entraba un lanzador de relevo por Guerreros y ponían en la pantalla del estadio o en la transmisión por televisión su promedio de carreras limpias aceptadas eran números estratosféricos, algo sobresaliente es entre 1 y 2, ya regular entre 3 y 4, por los lanzadores de Oaxaca se veía entre 40 y 90, quiere decir que dependen que sus abridores aguanten lo más posible en cada partido.
Guerreros y Diablos Rojos son en el papel equipos hermanos, esto es porque son propiedad del mismo grupo empresarial encabezado por el CP Alfredo Harp Helú, quien en los últimos años se ha convertido en un mecenas para el béisbol mexicano, ha invertido, por no decir regalado, muchísimo dinero en proyectos como el Salón de la Fama del Beisbol ubicado en la Ciudad de Monterrey.
El estadio Alfredo Harp Helú en la Ciudad de México, que es un lugar emblemático para la práctica de este deporte que es familiar y que ha crecido en su número de aficionados de manera exponencial en el último año, en parte debido a que otros deportes ofrecen espectáculos mediocres y de escasos resultados a pesar de la enorme difusión mediática que les rodea.
También ha anunciado que va a reconstruir todo el estadio Lic. Eduardo Vasconcelos para la temporada 2026 como parte de las celebraciones del 30 aniversario de la existencia del equipo Guerreros en la Liga Mexicana, Don Alfredo no escatima al momento de pagar sueldos o contratar peloteros en activo o retirados, siempre hay un espacio para que sean coaches en los 2 equipos de la organización.
Es ridículo escuchar en varios niveles, periodistas, aficionados o villamelones, sugiriendo un posible acuerdo entre equipos, eso es imposible, la única justificación sería obtener 1, 2 ó 3 taquillas extras, eso no lo necesita quien lo podría ordenar, ni para sus proyectos ni para pagar la nómina, su prestigio ganado a pulso en los últimos años jamás lo pondría en riesgo.
Los jugadores son parte de un equipo, pero dependen de sus números individuales, ninguno aceptaría estropearlos ni por instrucciones ni por un dinero ofrecido, en la medida que los mejoren podrán optar por un contrato en condiciones más favorables para el siguiente año, más bien quien lo sugiere proyecta que sería él quien estaría dispuesto a un acuerdo en lo oscurito, aunque hable a nombre de terceros.
Ser comunicador de béisbol genera una responsabilidad ante quienes nos leen o escuchan, de explicar con mayor claridad las jugadas, las reglas, que cada vez se entienda mejor este deporte y se disfrute, que acudan al estadio o vean los partidos por televisión, nadie más que nosotros va a impulsar su crecimiento, cada vez que haya un comentario de ese tipo se debe cortar de tajo con argumentos y severidad.
Reprobable la actitud de aficionados de Guerreros que arrojaron objetos al autobús de Diablos al término del cuarto encuentro, no tiene justificación, lo que sí puedo asegurar es que los aficionados habituales no lo harían, es la moda del momento, el lleno fue total lo que no es común, solo había sucedido en la inauguración, ni cuando Bauer rompió el récord de ponches llegó a 5000 boletos vendidos, el aforo es 7200.
Igual de reprobable la actitud de una de las porras de Diablos que se acomodaron en central en la parte alta detrás de home, adultos de ambos géneros, insultando de principio a fin a los jugadores de Guerreros, poniendo apodos a todos, resaltando de manera negativa el físico de cada uno, en caso de un ponche o cambio de lanzador local, ellos gritaban, “como dicen en Veracruz, a la v….” o, “ a chi…r a su m….”.
Generalmente acudo con mi hija o mi nieta al estadio, esos gritos son muy desagradables cuando el ambiente debe ser familiar y de respeto, han venido aficionados y porras de todos los demás equipos y hemos podido convivir, con estos no había manera, yo sé que no lo hacen todas las porras de Diablos y pueden ser de reciente adhesión, hago un llamado a la directiva de Diablos para que esto no suceda.
Si desea contactarme favor escribir a jpalau.cronistadeportivo@gmail.com
Facebook: Jaime Palau Ranz
Seguiré comentando la próxima semana.
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