Héctor Espino dejó una innumerable cifra de récords ofensivos en su paso por los diamantes de los dos circuitos más importantes de México, logrando superar a las grandes estrellas de su época, plasmando su nombre de manera incomparable en los anales históricos de nuestra pelota
La máxima emoción en un encuentro de beisbol es el cuadrangular, el batazo de cuatro esquinas, renglón en el que Héctor Espino labró una historia incomparable en las dos ligas más importantes de la República.
El chihuahuense es el máximo jonronero del beisbol mexicano, sumando sus totales conseguidos en la Liga Mexicana de Beisbol y Liga Mexicana del Pacífico, circuitos donde ocupa el segundo y primer lugar, respectivamente.
En la liga de verano disparó 453 cañonazos de cuatro esquinas, superado solamente por Nelson Barrera, mientras que en el circuito invernal fue el número uno con 299 batazos de cuatro esquinas, por lo que, sumando sus totales, nos da una cifra de 752 jonrones, máximo total para un bateador mexicano en todos los tiempos.
Eso confirma la inmensa calidad del famoso Supermán de Chihuahua. Este superó a otros cañoneros notables como Nelson Barrera, Andrés Mora, Eduardo Jiménez, Alejandro Ortiz y Matías Carrillo. También dejó atrás a nombres destacados como Ronnie Camacho, Saúl Soto, Ray Torres, Jack Pierce, Roberto Saucedo y Ricardo Sáenz, por citar a los más importantes.
Enorme diferencia
A pesar de haber sido el número uno en la Liga Mexicana de Beisbol con sus 455 jonrones conectados, Nelson Barrera se ubica en el segundo lugar entre los máximos jonroneros de todos los tiempos en nuestra pelota. Eso, debido a que el campechano no mostró la misma contundencia en la pelota invernal, conectando apenas 131 batazos a la tierra de nadie.
Nelson disparó 586 batazos en total, finalizando a 166 jonrones del ídolo chihuahuense.
Andrés Mora fue otro cañonero importante. El reconocido coahuilense ocupa el tercer lugar en la lista de los mejores jonroneros del beisbol mexicano. Habiendo debutado con los Saraperos de Saltillo en la campaña de 1972, Andrés se convirtió en titular a partir de 1974 y un año más tarde obtuvo el título de jonrones al conectar 35 batazos para la calle, con lo cual, fue contratado por los Orioles de Baltimore, “perdiendo” tres años en la Liga Mexicana de Beisbol, que, a la postre, probablemente le hubiera dado el liderato de todos los tiempos en el preciado departamento.
Pero ya sabemos que el “hubiera” no existe y al final, Mora terminó con 419 jonrones en el verano y 148 en la pelota invernal, sumando 567 batazos de vuelta entera.
Eduardo Jiménez también figuró de manera notable. El nativo de Tijuana logró 550 voladas de barda, ubicándose en el cuarto lugar de todos los tiempos. Jiménez obtuvo cuatro lideratos de jonrones en la Liga Mexicana del Pacífico y 199 en total, ocupando el segundo lugar, superado solamente por los 299 de Espino.
Los cinco grandes
Dicen que no hay quinto malo y precisamente esa es la posición que ocupa Jiménez en la liga de verano con 351 voladas de barda, sólo atrás de Nelson, Espino, Alejandro Ortiz y Andrés Mora. Simplemente, cuatro grandes que ya han sido inmortalizados en el Salón de la Fama, ruta que estará siguiendo el tijuanense en próximas fechas.
La quinta posición entre los máximos jonroneros del beisbol mexicano es ocupada por Alejandro Ortiz. El veracruzano también logró superar los 500 cuadrangulares. Ortiz, quien viera sus mejores años con los Tecolotes de Nuevo Laredo en la década de los 80, conectó 535 vuelacercas en su notable carrera. En la Liga Mexicana de Beisbol disparó 434 jonrones, superado solamente por Barrera y Espino. Sin embargo, su producción en la pelota invernal fue bastante reducida con solamente 101 jonrones en su cosecha.
El segundo grupo
Como podemos observar, los primeros cinco nombres que aparecen en la lista, todos ellos superaron los 500 cuadrangulares en su trayectoria, pero hay un segundo grupo de jonroneros con más de 400 vuelacercas en su carrera, el cual es encabezado por Matías Carrillo.
El reconocido cañonero sinaloense concluyó con 489 batazos de vuelta entera, destacando en ambos circuitos. En el circuito veraniego conectó 330, mientras que en la liga invernal se despachó con 159, ubicándose en la tercera posición de todos los tiempos.
El séptimo lugar es para Ronnie Camacho. El poderoso bateador sonorense fue el primer jugador de la historia en superar los 300 cuadrangulares en la Liga Mexicana de Beisbol. Al final terminó con 317. De igual manera, Ronnie fue el primer en llegar a 100 jonrones en la Liga de la Costa, finalizando con 139 al término de su productiva carrera, con lo cual, pudo conseguir 456 cañonazos a la tierra de nadie. Nada mal para el formidable inicialista.
El único activo
Saúl Soto es un caso especial. El nativo de Los Mochis, Sinaloa, se perdió la campaña anterior de la Liga Mexicana de Beisbol, debido a la pandemia, con lo cual, pudo haber superado a Ronnie. Un año antes había dado 22 cuadrangulares, de manera que, sumando los dos que acaba de conectar en la costa, Soto ha llegado a 440.
El sinaloense, quien acaba de ser adquirido por la nueva franquicia de los Mariachis de Guadalajara, podría seguir conectando jonrones a sus casi 43 años de edad. El ahora bateador designado cuenta con 288 en la Liga Mexicana de Beisbol y 152 en la pelota invernal, ocupando el octavo lugar entre los máximos carabineros de todos los tiempos.
La novena posición es para Ray Torres. El notable pelotero sonorense dejó un importante legado al situarse entre los mejores jonroneros en la rica historia del beisbol mexicano. Torres es de los pocos jugadores de la Liga Mexicana de Beisbol que logró superar los 300 cuadrangulares en su carrera. Ray conectó 311, que sumados a los 124 conseguidos en el circuito invernal, nos da un total de 435 vuelacercas en su vasta cosecha.
Elegantemente
El décimo lugar es para Jack Pierce. El formidable bateador norteamericano es el jugador importado con el mayor número de vuelacercas en nuestra pelota. Pierce, quien hacía referencia en forma constante a la palabra “elegantemente”, disparó 410 cañonazos de vuelta entera en su peregrinar en el beisbol mexicano.
En la Liga Mexicana de Beisbol “elegantemente” disparó 294 cuadrangulares, 54 de ellos en la campaña de 1986, imponiendo el gran récord del circuito veraniego para una temporada, alineando con los Bravos de León. Antes había sido campeón en 1976 con los Angeles de Puebla y en 1980, en la temporada acortada por la huelga con los Azules de Coatzacoalcos.
En la Liga Mexicana del Pacífico también fue un jonronero de impacto, prueba de ello es que sacó la pelota del parque en 116 oportunidades, logrando el título respectivo en la campaña de 1974-75 con Mazatlán.
En pocas palabras, ellos son los 10 bateadores con los máximos totales en la historia del beisbol mexicano, sumando sus jonrones en la Liga Mexicana de Beisbol y Liga Mexicana del Pacífico, aunque hay que resaltar la labor de otros dos peloteros, que, aunque no aparecen en el selecto grupo de los mejores 10, también lograron superar los 400 cuadrangulares en su carrera. Naturalmente, hablamos de Roberto Saucedo que disparó 407 (319-88) y Ricardo Sáenz que finalizó justamente con 400 (296-104).
LOS MEJORES JONRONEROS DEL BEISBOL MEXICANO
| LMB | LMP | TOTAL | |
| Héctor Espino | 453 | 299 | 752 |
| Nelson Barrera | 455 | 131 | 586 |
| Andrés Mora | 419 | 148 | 567 |
| Eduardo Jiménez | 351 | 199 | 550 |
| Alejandro Ortiz | 434 | 101 | 535 |
| Matías Carrillo | 330 | 159 | 489 |
| Ronnie Camacho | 317 | 139 | 456 |
| Saúl Soto | 288 | 152 | 440 |
| Ray Torres | 311 | 124 | 435 |
| Jack Pierce | 294 | 116 | 410 |
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