Siempre que pienso en el beisbol de la liga de invierno de nuestro país, la Liga Mexicana del Pacífico y la manera que se transmiten sus juegos por televisión me invaden muchas dudas y en general me genera frustración.
Ahora estamos a las puertas de la final entre Mochis y Guasave. Atrás están los playoffs que tuvieron juegos de mucha calidad y emocione. De manera regular todos los juegos, sean los 4 de la primera fase o los dos de semifinales, se juegan los mismos días y a las mismas horas o con diferencia de media hora entre ellos.
El aficionado que los ve por tv a lo largo de todo el país está obligado a elegir que juego ver y perderse los otros que simultáneamente se están transmitiendo.
Al elaborar los calendarios de cada temporada de la Liga Mexicana del Pacífico, existen varias constantes que son intocables. Los 68 juegos por equipo, en dos vueltas. El hecho de que los lunes, para todos los equipos sea el único día de libre de la semana, durante la campaña. Las fechas de inicio de las temporadas está programadas cuidando exista un tiempo adecuado con la terminación de la campaña de verano de la LMB, pues los jugadores, figuras centrales del espectáculo necesitan un descanso. Las fechas de terminación deben considerarse en función del inicio de la Serie del Caribe. Los calendarios están condicionados por varios factores externos que la liga no controla.
Lo anterior por ejemplo no permite hacer un Juego de Estrellas a la mitad de la temporada que sería muy atractivo, pero implica el uso de por lo menos tres o cuatro fechas. El juego pudiese ser por ejemplo con peloteros de los equipos de Sinaloa y Jalisco versus los de Sonora, Nuevo León y Baja California. O de los espectaculares juegos del pasado de extranjeros contra nacionales. Juegos en los que el aficionado ve a los mejores peloteros del circuito competir, previo al juego, en carreras de velocidad, tiros del cátcher, tiros del center, Derby de jonrones. La LMB de beisbol armó algo muy interesante la temporada pasada en Monclova. Así se hace, se crea, se siembra, cultiva y cosecha afición.
Esa misma ¨apretura¨ en el calendario, que mencionamos, impide otros movimientos que pudiesen ser muy atractivos, como el juego de ´lunes por la noche¨ que permita ver a dos equipos en un encuentro de particular importancia y sólo ese encuentro se realice en la liga cada lunes y tenga entonces una difusión nacional, y el aficionado de beisbol del país entero lo pueda disfrutar.
¿AFICIONADO DEL ESTADIO O DE LA TV?
La TV en el beisbol de México tiene un grado de importancia bastante bajo lo cual es muy diferente al que tiene en otros países. Tiene menor penetración, menor presencia y su valor económico es aún muy limitado. Pero el potencial es enorme y está desaprovechado.
En México en la mayoría de las decisiones prevalece el peso de los aficionados que asisten a los estadios y no de los que ven los juegos por televisión. En nuestro país los ingresos por TV para los equipos profesionales son sólo uno entre varios y no de los más importantes.
En cambio, en EUA la televisión es de más del 50% de los ingresos y en el futbol mexicano la televisión es de mucha más importancia, para los equipos, que en el beisbol.
Algo está haciendo mal el beisbol mexicano. La TV y plataformas digitales son ya el presente y será el futuro. La tarea es para los presidentes de las principales ligas profesionales del beisbol en México, léase Carlos Manrique (LMP) y Horacio de la Vega (LMB).
El aficionado que asiste al estadio es la base, los cimientos imprescindibles de la estructura. El aficionado que asiste al estadio será mayor en función de la fuerza que se tenga en las transmisiones de televisión, en las redes sociales y el radio. Todas se alimentan entre sí. No se ven afectadas las asistencias a los estadios por la mayor penetración de las transmisiones de los juegos. Es un círculo positivo que se alimenta sí mismo. A mayor difusión, mayor promoción e interés, que se reflejarán en mayores asistencias.
AFICIONADO DE LA LMP.
Como aficionado de la LMP me gustaría ver más juegos, a diferentes horarios, en diferentes días.
Eso implica una logística más sofisticada, adecuaciones de horarios y el empatar intereses encontrados.
Empecemos por generar una gran audiencia televisiva de nuestro beisbol mexicano. Se puede.
¿Pero se quiere, se entiende, se acepta por los responsables? Hechos son amores.