Crónicas Beisboleras
Por Jaime Palau Ranz
La Fernandomanía (Parte 2).
La semana pasada recordamos que hace 43 años inició la Fernandomanía, pero que es eso, con que se come, el México actual está lleno de jóvenes que no tuvieron la fortuna de vivir ese fenómeno social y deportivo que desataba el lanzador mexicano de nombre Fernando Valenzuela, la economía de un país prácticamente se detenía el día que lanzaba el originario de Etchohuaquila.
El destino hizo que todo se conjugara para que el novato Fernando Valenzuela viniera a lanzar el juego inaugural de la temporada de Grandes Ligas de 1981, es importante resaltar que el Opening Day es un juego reservado para el pitcher estrella de cada equipo, obviamente es un privilegio que no se lo iban a otorgar a un pitcher novato de 20 años que jamás había iniciado un juego en las mayores.
El lanzador que ha tenido el honor de tirar en juego inaugural la mayor cantidad de veces fue Tom Seaver con 16 apariciones, de ellas solo ganó 7, fue Novato del Año, 3 veces ganó el Cy Young, abanicó a 3640 enemigos, 311 victorias y lanzó un juego sin hit ni carrera, fue elevado al Salón de la Fama en 1992, falleció en 2020 por Covid19, recordemos sus números para comparar más adelante con Fernando.
Ton Lasorda, mánager de los Dodgers de Los Ángeles ese 9 de abril de 1981 tomó la decisión de mandar al montículo al “Toro de Etchohuaquila” a enfrentar a los Astros de Houston, el marcador final fue 0 anotaciones para los visitantes y 2 para los locales, a partir de la quinta entrada ya la gente en el estadio y en los televisores se preguntaba, quien es este muchacho que domina con tanta facilidad.
Lanzó el juego completo, solo recibió 5 hits, bien espaciados, otorgó 2 bases y ponchó a 5, ninguna carrera aceptada, su primera blanqueada en Grandes Ligas, la euforia desatada en los aficionados se plasmó en todos los diarios deportivos incluyendo los de México, en nuestro país ya había dejado su huella, en 1979 había ganado el título de Novato del Año con los Leones de Yucatán.
El 14 de abril le dieron la pelota nuevamente a Valenzuela y abrió su segundo juego de temporada visitando a los Gigantes de San Francisco, el dominio fue abrumador, aunque en la cuarta entrada le ligaron imparables y recibió su primera anotación de la temporada, una carrera limpia, al final ganó Dodgers 7 carreras a 1, solo permitió 4 hits, ponchó a 10 y dio 2 bases por bolas, 2 victorias 2 juegos completos.
EL 18 de abril visitaron a sus rivales históricos los Padres de San Diego, Fernando obtiene su tercera victoria al hilo, tercer juego completo, segunda blanqueada, marcador final 2 a 0, 5 hits recibidos, no otorgó bases por bolas y volvió a ponchar a 10 enemigos, en menos de 10 días estaba llamando la atención de todo el beisbol profesional, en México empezaba a ser el tema de cualquier tertulia.
El 22 de abril sube Fernando al montículo en su cuarto aparición del año, nuevamente de visita y esta vez en el Astrodome de Houston, el resultado final fue 1 por 0, segunda blanqueada al hilo a los Astros, cuarto triunfo, tercera blanqueada, cuarto juego completo, recibió 7 hits, otorgó 3 bases por bolas y abanicó a 11, esto se estaba saliendo de control, quien es, de donde es.
En el mundo musical, el grupo sueco ABBA había compuesto una canción llamada Fernando, describía un diálogo entre un veterano de guerra mexicano con un compañero llamado Fernando recordando la Batalla de la Angostura de 1847 entre los ejércitos de México y los Estados Unidos, cerca de Saltillo, la canción se grabó en ingles en 1975 y obtuvo un éxito inesperado en muchos países del mundo.
Para 1980 el grupo planeó un disco en español para introducirse en el mercado latinoamericano y por supuesto la canción estrella era Fernando, para 1981 era un éxito en México y entre los latinos migrantes que vivían en los Estados Unidos, ni mandado a hacer, de inmediato esa canción sonaba cada vez que se presentaba Fernando a lanzar a un montículo y con ella se identificaba al mexicano.
A mediados del Siglo 19, un migrante mexicano de nombre Julián Chávez adquiere muchos terrenos en unos cerros conocidos como Ravine, instaló fábricas de ladrillos y dio trabajo y donde vivir a muchos mexicanos y latinos, a mediados del Siglo 20, la autoridad de Los Ángeles expropia muchas casas a habitantes del área para que se construyera en 1958 el estadio de los Dodgers, mismo que concluyó en 1962.
La comunidad mexicana se sintió ofendida con ese desalojo del área Chávez Ravine y decidieron no acudir al estadio, en realidad el equipo no tenía la culpa de fondo sin embargo por más de 20 años no hubo comunión entre la población latina y el equipo de beisbol, hasta que llegó Fernando Valenzuela.
Para el 27 de abril le corresponde a Valenzuela lanzar nuevamente en casa, de ser un perfecto desconocido en el juego inaugural, ahora llegaba como un héroe, la asistencia al estadio fue de casi 50,000 aficionados, era un imán de taquilla, la histórica pugna entre el equipo y la comunidad mexicana empezaba a quedar zanjada.
Dodgers recibía a los Gigantes de San Francisco, el “Toro” no decepcionó a esos miles de fanáticos, nueva blanqueada, nuevo juego completo, quinta victoria consecutiva, resultado 0 carreras a 7, solo permitió 7 hits, 4 bases por bolas y 7 ponches, pero que locura es esto, la Fernandomanía tomaba fuerza, tanto en México como en los Estados Unidos.
El 3 de mayo sube al montículo por sexta ocasión visitando a los Expos de Montreal, el duelo fue cerrado durante 9 entradas completas, Fernando deja el encuentro empatado a una carrera después de tirar 9 entradas completas, en la apertura de la décima anota Dodgers 5 carreras para cerrar el marcador 6 a 1, gana Fernando Valenzuela su sexto encuentro, recibe una carrera limpia, poncha a 7, sin BB.
Como se podrá apreciar fue uno de los arranques más espectaculares de carrera profesional, en la siguiente columna terminaremos de ver su año de novato, momentos destacados de su carrera y sus números finales, así como algunas comparaciones con lanzadores que lograron su ingreso al Salón de los inmortales.
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Seguiré comentando la próxima semana.
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