Por El Rey
Fernando Tatis, 23 años, pelotero dominicano de los Padres de San Diego. Catalogado como “superestrella” y con un contrato vigente de 340 millones de dólares, fue suspendido por la MLB al resultar positivo en el uso de sustancias prohibidas. Este hecho debe considerarse una irresponsabilidad inaceptable.
Cada vez son más comunes las sanciones, por este motivo, a peloteros dominicanos. https://c5e7c7079b660be11af8a06a538f36ef.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-38/html/container.html?n=0
México exporta a Estados Unidos automóviles, aguacates y muchas personas. República Dominicana, la bellísima y admirada Quisqueya, exporta beisbolistas. Ir al “play” (campo de juego) ya es más importante que ir a la escuela.
La evolución de su raza dotó a los habitantes de Dominicana, Cuba, Puerto Rico y El Caribe, en general, con un físico ideal para jugar beisbol. Además, tienen una enorme ambición y hambre de triunfo. Los aspirantes a jugar beisbol profesional son decenas y decenas de miles; los que firman, mil, y con suerte 200 los que llegan a las Mayores. Imaginen la frustración y las tentaciones que se generan (ver caso de Robinson Cano: cuartobat.com/el-triste-caso-de-robinson-cano/).
En esa búsqueda del “Dorado”, en la que los padres creen que sus hijos los sacarán de la pobreza si firman un contrato profesional, de emular a los excéntricos ídolos con una mezcla de imágenes y roles que pocas veces son modelos o faros de luz a seguir en los momentos de duda. En ese contexto y en la cultura actual en la que el bienestar se puede obtener con una pastilla, es explicable que la tentación de sucumbir sea frecuente. “La diferencia entre la pobreza y la riqueza de toda mi familia está en esta pastillita, me voy a tomar una a ver qué pasa; no, mejor dos, o mejor, o mejor…”
Tatis es hijo de rico. Su papá jugo en la MLB. Nació en el legendario San Pedro de Macorís, la ciudad que más ha dado peloteros a las Ligas Mayores en los últimos 40 años.
El castigo a Tatis no es un caso más, aquí todos los involucrados son corresponsables. Jugador, equipo, Ligas Mayores… y la familia. No se concibe, como bien lo dijo el lúcido Pedro Martínez, que Tatis no reciba asesoría de todo lo que coma, beba y se aplique en pomadas o espray. Lo sucedido con Tatis es producto de una cultura, de una necesidad ficticia.
Que se sepa oficialmente, ningún jugador mexicano ha sido castigado en MLB por el uso de sustancias prohibidas. Sí ha habido casos en Japón. Seguramente muchos jugadores mexicanos las usan. Existen casos en el beisbol mexicano, sin duda, pero de ninguna manera está tan generalizado como en El Caribe.
Por lo general, los beisbolistas mexicanos y dominicanos están bien formados en sus valores y ambiente familiar. Sí, las excepciones son más comunes allá.
Jugadores como Marichal, Martínez, Guerrero, Tony Peña y muchos otros son ejemplo de profesionalismo, como también lo son Valenzuela, Mendoza, Higuera, Alex Treviño, González, Valdez, Castro, Óliver, Benjamín, Soria y demás peloteros mexicanos que han puesto el ejemplo con su persistencia y disciplina.
Yogi Berra: “El beisbol es 90 por ciento mental, sólo el 50 por ciento es físico”.
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