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Mexicanos MLB

Jaime García, un hombre de impacto

Semblanza de un gran lanzador mexicano, triunfador en Grandes Ligas

Las excusas no son parte de mi vida

¿Puedes imaginar a una persona con una carrera deportiva y vida exitosa, teniendo déficit de atención, depresión, ansiedad, desconfianza, sin pasión por el beisbol, que sufrió de racismo, bullying y lesiones?

Orgullosamente nacido un 8 de julio de 1986 en Reynosa, Tamaulipas, incursiona por primera vez en el rey de los deportes a la corta edad de 5 años, siendo su padre la pieza fundamental para integrarse a este deporte. Alrededor de los 7 años comienza a probar suerte como lanzador en las ligas pequeñas Treviño Kelly en su natal Reynosa, progresando gracias a su dedicación y disciplina, lo cual le brindó la oportunidad de participar en torneos nacionales, Olimpiadas Nacionales, un Panamericano, y dos torneos en Williamsport.

El racismo es una de las problemáticas que han vivido diferentes peloteros mexicanos y latinos en su estancia en la unión americana. Sin embargo, aun cuando el zurdo de Reynosa vivió en San Luis, Misuri, destacada por su racismo, no sufrió algún tipo de discriminación. Siempre se comportó a la altura de la situación, con sus objetivos muy claros. “Por supuesto que cuando emigras a los Estados Unidos la preparación debe ser el doble, ya que te encuentras en un país ajeno, con otras costumbres”, mencionó Jaime.

“Para mí no hay límites, en mi vida no existen las excusas, pero uno tiene que fundamentarse con esa mentalidad de hacer lo que sea necesario, identificar tu visión y hacer a un lado las cosas que se interponen entre lo que deseas convertirte”.

Fue en el año 2005 cuando el scout Joe Almaraz, que en su momento trabajó para los Orioles de Baltimore, pasa a las filas de Cardenales de San Louis y se comunica con Jaime dos días antes del draft, para comunicarle la posibilidad de draftearlo. Deseaba saber cuál era su estado físico, pues contaba con una lesión en el codo que se originó lanzando para un agente una semana antes de la llamada.

Con mucho valor le respondió: “estoy perfecto, fírmame”, teniendo claro que su codo aún no estaba en condiciones para lanzar. Al momento de firmar solo lanzaba 78 mph, muy por debajo de las 88 mph que el lanzaba en la preparatoria.

En 2006 es elegido para representar a México en el juego de Futuras Estrellas en Estados Unidos, y además logra su debut en la Liga Mexicana del Pacifico con los Naranjeros de Hermosillo.

En esos tiempos ya sufría de ansiedad, que le provocaba no poder dormir el día antes de lanzar. Sin embargo, su fortaleza mental y disposición por trabajar eran suficientes para exigirse a sí mismo y no expresar ningún tipo de excusa. “Las personas buscan que todo se acomode para poder realizar diferentes actividades, y la realidad es que uno debe trabajar con lo que tiene para seguir creciendo y lograr lo que se desea. El rendirse y las excusas no eran opciones.”

Fue un 11 de Julio de 2008 jugando para los Cardenales de San Luis cuando el mexicano Jaime García logra el objetivo de todo pelotero, debutar en Ligas Mayores. Ese momento para disfrutar al máximo se vería empañado por su enorme molestia en su codo de lanzar, aun después de tres años de lesión. Ese mismo septiembre se somete a la que sería la primera de tres operaciones Tommy John para reparar su codo, perdiendo toda la temporada 2009.

“En aquellos tiempos el dolor era indescriptible, más el nivel de ansiedad por el dolor físico que sentía. Pero el objetivo primordial era llegar a Ligas Mayores para contar con la posibilidad de operarme el codo”.

Desafortunadamente, cuando regresa en 2010 antes de iniciar la temporada, se lesiona nuevamente, ahora del hombro-bíceps. Aun así sube a la loma y tiene muy buena primera mitad de temporada, logrando la segunda mejor efectivad de Grandes Ligas antes del receso para el Juego de Estrellas.

El último mes de temporada solicitó un permiso al cuerpo técnico para no lanzar, argumentando fatiga en su codo por la reciente operación Tommy John, pero la realidad era que su hombro precisaba una cirugía.

El 2011 fue un año de grandes emociones, una temporada de crecimiento personal, madurez tanto física como espiritual, en el que el mexicano firma su primer contrato y puede establecerse en Grandes Ligas.

Cardenales tiene una gran temporada y García es protagonista, iniciando dos juegos de la Serie Mundial para su equipo. Como de costumbre, la ansiedad no le permitía dormir antes de cada juego, sobre todo lanzando en ese impresionante escenario con 55,000 espectadores y millones viendo por televisión al primer mexicano desde Fernando Valenzuela abrir un juego de Serie Mundial.

“El sexto partido es uno de los juegos más grandes en toda la historia de la Serie Mundial. Ganar el campeonato, tener ese trofeo en mis manos, festejar con grandes jugadores, futuros miembros del Salón de la Fama, ver todo lo que Dios hizo en mi vida. Fueron momentos de mucha reflexión y agradecimiento por lo que me estaba sucediendo”. 

En el año 2014 entra a una compleja cirugía llamada Síndrome de Opérculo Torácico, con pronósticos muy negativos para volver a lazar en Grandes Ligas. Le removieron una costilla debajo de la clavícula, y con el hombro destrozado, le quitaron unos músculos que venían del cuello.

En su primera salida después de la cirugía, lanzando contra los Padres de San Diego, sufre dolor en el dedo medio después de tirar una slider. Presiente que es un desgarre de ligamento, pero el trainer del equipo lo desestima, argumentando que no podría ser posible lanzar con una lesión tan dolorosa.

Después de una resonancia, le informan a Jaime que no tenía lesión alguna y lo mantienen activo. Al final de su siguiente salida, contra Arizona, es llamado a la oficina del doctor del equipo, quien le informa que, en efecto, su dedo se encontraba desgarrado, pero no se lo dijeron antes porque necesitaban que lanzara ese juego.

Curiosamente el estelar Adam Wainwright había tenido una lesión similar y lo incapacitaron por cuatro meses para protegerlo. “Toda mi carrera me estuvieron diciendo mentiras, y fue algo con lo que batalle bastante. Este tipo de situaciones pasaron aun durante el mejor año de mi carrera. Pero lo vuelvo a repetir, en mi vida no existen las excusas; salí adelante con lo que tenia en mis manos y nunca me rendí”.

La temporada 2017 inicia con los Bravos de Atlanta, en donde conecta un grand slam contra de los Dodgers de los Ángeles. A mitad de temporada es cambiado a Minnesota y poco tiempo después a los Yankees, donde se convirtió en el primer lanzador desde 1985 en abrir tres juegos consecutivos en equipos diferentes.

En 2018 tiene breve participación con Toronto y Chicago Cubs, donde termina su exitosa estancia en las Grandes Ligas. Retorna a Hermosillo para cumplir su promesa de regresar con los Naranjeros antes de retirarse y con ello poder comenzar un proyecto de ayuda humanitaria en el poblado Miguel Alemán, a las afueras de Hermosillo, junto a la organización One Mission, llevando un mensaje de esperanza e intentando influir en las personas para salir adelante.

Un consejo que le da los jóvenes que están buscando su pasión en la vida, es primeramente buscar los dones y talentos con los que cuentan; una vez descubiertos trabajar en ellos para desarrollarlos. “Probablemente existirán cosas que no les gustan; es ahí cuando se inculca el valor del compromiso para realizar determinadas acciones y lanzarse con todo por el objetivo. No hay excusas ni motivos para no ser la persona que trabaja más duro”.

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