Connect with us

Nostalgia

Recuerdos De Eleno Cuén, El Caballo Incansable. “Siempre me preparaba para lanzar más de nueve innings”

Eleno Cuén, originario de Cócorit, Sonora, lanzador  derecho de la década de los ´70s y parte de los ´80s, con gran potencia en su brazo, envidiable para cualquier lanzador, tan es así, que actualmente posee el récord en la Liga Mexicana del Pacífico, de más juegos lanzados completos consecutivamente con 18, imagínese cuantos innings lanzados sin necesitar un relevo, algo muy difícil de ver en la actualidad; récord logrado con el equipo de Guaymas en la temporada XXVI (1983-84); también obtiene el campeonato en ganados y perdidos en 1980-`81, con récord de 14-4, quedándose a uno de igualar la marca de Miguel Sotelo (13) de mas juegos ganados consecutivamente; en 1982 lanza juego sin hit ni carrera contra “Algodoneros” de Guasave, (6-0), además es el único lanzador en cubrir toda la ruta y blanquear en un clásico Caribeño, de los realizados en México.

En la temporada 2010-2011, se desempeñó como coach de pitcheo en el bull-pen de los “Yaquis” de Cd. Obregón, haciendo una dupla extraordinaria con Octavio “Tavo” Álvarez en el manejo del pitcheo, labor que se reflejó en el campeonato obtenido por el equipo.

El inicio en el beisbol:

El inolvidable Eleno recién se nos adelantó en el camino final no sin antes dejarnos esta entrevista que tuvimos en el “Héctor Espino”.

“ Bueno, el beisbol todo el tiempo me ha gustado y como se estilaba en ese entonces jugábamos en el barrio y en la escuela y por mi desempeño monticular fui convocado para participar  a un par de nacionales a México, tendría unos 17 o 18 años,  en uno de ellos Manuel Magallón, me vio y se interesó en mí; siendo en 1970, cuando firmé para el equipo “Sultanes” de Monterrey, jugando dos años en la sucursal y en 1972, es cuando me integré al equipo y ese mismo año soy contratado por los  “Astros” de Houston, permaneciendo siete años en sucursales llegando hasta triple “A” en Estados Unidos.”.

UAG Universidad Autonoma de Guadalajara

Equipos con los que militó en la Liga Mexicana del Pacífico:

“De 1972 a 1974, jugué con “Venados” de Mazatlán, después de la Serie del Caribe (1974), ya no volví a lanzar porque me operaron en Estados Unidos de una calcificación de codo y a finales de ese mismo año, sufrí un accidente automovilístico que me retiró por cuatro años; regresé en la temporada 1978-79, con los “Venados” de Mazatlán, en 1980 fui cambiado a Guaymas, permaneciendo ahí hasta 1984 donde tuve excelentes temporadas.” 

“Con Guaymas recuerdo entre otros a: Matías carrillo, quien llegó de novato, Alonso Téllez, Dereck Bryant, George Brunett un pitcher con experiencia de Grandes Ligas y que fue un lanzador de mil batallas en  ésta Liga, terminó su carrera con nosotros.”

Participación en la primera Serie del Caribe realizada en México en 1974:

Ese año la sede de la Serie del Caribe, se realizó en Hermosillo; “Venados” de Mazatlán, fue campeón de la Liga y representó a México, y precisamente aquí, en este estadio (Héctor Espino) me tocó lanzar, contra el equipo “Caguas” de Puerto Rico, al que vencí 1-0, me conectaron únicamente cuatro hits; recuerdo que en ese juego el catcher fue Sergio “Kalimán” Robles, que fue refuerzo de “Naranjeros”; como lo fueron también Celerino Sánchez y Maximino León. Fue una victoria inolvidable para mí y creo que para toda la afición que presenció ese juego.”

La preparación física y mental para la consistencia y lanzar toda la ruta.

“Mira, el trabajo tiene que ver mucho, en aquellos años, veía a gente como Francisco “Diez” Maytorena, los Romo (Vicente y Enrique), a Horacio “Ejote” Piña, quienes eran excepcionales, los admiraba, eran un poco mayor que yo y ya estaban establecidos, me di cuenta como el trabajo duro les redituaba, valía la pena el sacrificio, y yo me puse a la par con ellos, gracias a Dios nunca tuve una lesión en mi brazo.”

“El brazo fuerte lo haces utilizándolo, siempre he dicho que el brazo es como el acero, tú lo forjas como quieras hacerlo; siempre me preparaba pensando en lanzar más de nueve innings, siempre fui a abridor, aunque en, algunas, pocas ocasiones relevé.”

“Además dentro de mi preparación estaba el llegar una hora y media antes del resto del grupo al estadio y me ponía a correr y cuando llegaba el grupo me integraba y hacía las rutinas con ellos, todo con la finalidad de tener una excelente condición y sobre todo tener piernas fuertes. En un pitcher, las piernas son muy importantes para mantener tu brazo sano, porque si flaqueas con tus  piernas tu brazo puede llegar a una mala posición y lesionarse; también gustaba de tirar largo, claro sin excederme, rutina  que sentía que le daba fortaleza a mi brazo.”

Jugadores a quienes admiraba:

“Siempre admiré mucho a Nolan Ryan en Grandes Ligas y a lanzadores mexicanos como: Antonio Pollorena, como dije anteriormente a Horacio Piña, a los Romo grandes amigos míos pero los admiraba y a Jugadores como Héctor Espino, Celerino Sánchez y Aurelio Rodríguez.”

Un récord difícil de superar:

“Entre más pasa el tiempo, asimilo lo difícil que va a ser romper ese récord, lancé 18 juegos completos consecutivamente y dos más en play offs (no se consideran para el récord), es decir en esa temporada lance 20 juegos completos consecutivamente, hubiera lanzado 21 pero en este juego, salí en la octava entrada, es decir más de 180 innings sin necesitar relevo. Tiraba cada cuatro días, por eso logré lanzar tantos juegos.”

La estrategia para lanzar:

“Debes de tener una zona establecida para lanzar y tienes que tener dominio sobre la misma, debes de tener mucho control en tus lanzamientos, es decir si vas a lanzar pegado y te equivocas debes lanzar mas pegado y no dejar la bola al centro y si es para afuera el lanzamiento y te equivocas debes lanzar mas afuera, yo sabía que los peloteros extranjeros iban sobre la recta y si, les lanzaba una buena recta, pero después les lanzaba pitcheo rompiente. Mi estrategia era lanzar pegado, no temía golpear al bateador, dominaba muy bien dos tipos de curvas y el sinker. El lanzar era algo muy especial para mí, lo disfrutaba y me emocionaba mucho, el día que me tocaba lanzar desde temprano sentía la adrenalina y más cuando me subía al montículo a realizar mi primer lanzamiento para iniciar el juego.”

Bateadores más difíciles a los que te hayas enfrentado:

“Me enfrenté varias veces a Héctor espino, no tantas veces como hubiera querido, que te puedo decir un extraordinario bateador algo fuera de serie, a Espino nunca traté de moverlo con mis rectas pegadas, siendo el bateador que era, al contrario, tenía mucho respeto hacia el  y algo curioso yo mismo cuidaba de no golpearlo; tengo entendido que Espino nunca me conectó un cuadrangular, pero me hubiera gustado ser parte de uno de sus inolvidables batazos.”

“Te puedo mencionar también a Aurelio Rodríguez, Nelson Barrera, a Celerino Sánchez, Nicolas Vázquez y algunos más que no recuerdo de momento, con esa gente no podías equivocarte.”

El beisbol de aquella época y el de hoy:

“El beisbol no ha cambiado, mas bien las actitudes son las que han cambiado y tal vez los sistemas, recuerdo que nosotros en ese entonces éramos nueve pitchers y no como hoy que son 14 o más.”

Número especial que utilizaste en tu uniforme:

“El número 20, fue un número que me tocó al azar y me fue muy bien y desde entonces he tratado de llevarlo conmigo; es mas cuando doy un autógrafo coloco ese número.”

Recuerdos más gratos como  jugador activo en la Liga Mexicana del Pacífico:

“No cabe duda que el récord de los 18 juegos completos lanzados consecutivamente, es uno, en esa temporada tuve récord de 11-7, otro sería el haber participado en la Serie del Caribe y haber blanqueado a Puerto Rico (1-0) y por supuesto el haber conquistado un campeonato como refuerzo con “Yaquis” de Cd. Obregón (1980-81), lanzando el tercer y séptimo juego, coronándonos en casa.”

Anécdota:

“Hay tantas cosas en el beisbol que le suceden a uno, pero recuerdo que en una ocasión hice un lanzamiento y me regresaron una línea de aire que vino y me dio en la espinilla, la bola botó y la agarró el primera de base de aire, consumiéndose el out, se ríe Eleno y dice: “pensé que me había quebrado la espinilla pero gracias a Dios no sucedió nada, seguí lanzando”.

Honor a quien honor merece,  Eleno Cuén, excelente lanzador en su tiempo, envió un saludo a toda la afición y agradeció el que le hiciéramos recordar esos bellos momentos de su carrera.

Hasta la próxima y que no caiga el tercer out.

Loading

UAG Universidad Autonoma de Guadalajara

More in Nostalgia