QEPD.
La tarde del lunes 13 de enero, antes del segundo juego entre Culiacán y Mochis, el béisbol mexicano se cubrió de luto con el fallecimiento del coach de primera base del equipo Tomateros, Leo Valenzuela, al parecer, a consecuencia de un infarto que sufrió en su hotel.
A lo peloteros les llamó la atención que, cuando comenzó la práctica para el partido “Don Leo” no se encontraba en el estadio, por lo que, preocupados, empleados del club fueron a buscarlo al hotel en el que se hospedaba, en el Centro de Culiacán. Cuando personal del hotel entró a la habitación, lo encontraron recostado en la cama. Ya había fallecido, al parecer por un infarto.
La noticia afectó fuertemente a jugadores y a toda la familia beisbolera mexicana. Antes del segundo choque de la semifinal en Culiacán, se guardó en su honor un minuto de silencio y y lo más peculiar, el encuentro transcurrió sin música.
Leo Valenzuela falleció a los 65 años. En 2012 ingresó al Salón de la Fama por su gran trayectoria en ambas ligas de México.
Valenzuela fue un ídolo con los Yaquis de Ciudad Obregón, jugando como jardinero en los 70’s y 80’s. Tras su retiro, fue coach de la Tribu. El 6 de diciembre de 2012 ingresó al recinto histórico de los Yaquis.
Leo Valenzuela jugó sus primeras cuatro campañas en el verano con los Sultanes de Monterrey; luego pasó siete con los Acereros de Monclova. En 1993 jugó con los Leones de Yucatán, pero a media temporada fue enviado a los Olmecas de Tabasco, con lo que se convirtió en titular del bosque derecho y ayudó a la novena que dirigía Juan Navarrete a obtener el banderín de la LMB. Al año siguiente jugó con Puebla, con los que se retiró.
Luis Alfonso López Célis y Fernando Hodgers Isibasi nos comparten algunos recuerdos de Leo. “En paz descanse Leo, fue campeón con los Buhos de la UNISON, en un campeonato estatal de beis, bajo las órdenes del maestro Gustavo Hodgers”. Así es Luis Alfonso, brille para Leo la luz eterna, además fue un gran voleibolista, su primer deporte, Oscar Parra fue su compañero y amigo desde entonces. De ahí el maestro Hodgers lo invitó a jugar beis al ver sus facultades y se convirtió en un gran center fielder”. Si Fernando, “Tenía el béisbol que al maestro le gustaba, ese que hoy llaman pequeño, podía hacer cualquier jugada ofensiva, por su control del bat hacia mucho contacto con la pelota, además de sumamente rápido”.
